Desde el plano local, el tipo de cambio se tomó un respiro en el cierre de la semana tras una nueva suba de la tasa de Leliq. Así, la divisa siguió dentro de la zona de no intervención entre $ 38.426 y $ 49.728 al viernes. Puntualmente, el BCRA salió a comprar dólares privados por US$ 93 millones, un monto por debajo a los US$ 275 de la semana pasada. Al parecer el gobierno buscaría acotar la brecha entre el mínimo y el máximo que delimitan la banda cambiaria, para mantener controlado el dólar en época de elecciones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) finaliza hoy su misión de metas del acuerdo Stand By y desde el Gobierno se espera que no haya mayores problemas para que se aprueben los números oficiales que estuvieron auditando en el país, los miembros del organismo internacional. Como el Gobierno sobre cumplió las metas comprometidas (especialmente el déficit fiscal primario y la expansión de la base monetaria), no debería haber controversias en el momento de sellar el aprobado para esta revisión.
En el plano internacional, a solo una semana de la fecha límite para llegar a un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, los mercados parecen optimistas. Los principales índices bursátiles cerraron este viernes en alza.
En el mercado de Rofex, los contratos de dólar futuro culminaron al alza. Para tener como referencia, para fines de febrero, marzo y junio cerraron en $ 39.50 (+28 centavos), $ 40.80 (+40 centavos) y $ 44.85 (+95 centavos) respectivamente.
En el plano monetario, la tasa de Leliq del Banco Central culminó en alza en 49.52% (desde el 44.21% del viernes anterior), a la vez que el Banco Central absorbió alrededor de $ 32.034 millones en la semana.
Comienza la última semana de febrero, y los inversores permanecen alertas a la conducta de los mercados. Está claro que el panorama no luce tan auspicioso como en enero, algo lógico después de semejante rally.
Recomendaciones
Una diversificación en el portafolio de pesos y dólares es una recomendación que damos desde TSA Bursátil. Nuestra posición para un perfil moderado es mantener un 60% en dólares y un 40% en pesos y para el perfil conservador 80% en dólares y 20% en pesos. Con instrumentos que sean los suficientemente flexibles para poder modificar estos porcentajes en función de la incertidumbre política.
Creemos que la curva de bonos en dólares sigue siendo una opción atractiva (para carteras, insistimos, dispuestas a asumir este riesgo teniendo en cuentas las elecciones de por medio).
En este punto, los bonos soberanos han recuperado hasta el 10% en lo que va del año (de la mano de un riesgo país que descendió 150 puntos básicos en lo que va de 2019) y presentan una curva con rendimientos de entre el 9-11.5% anual con durations de hasta 11 años. Entre los bonos sugeridos apostamos al Bonar 2024, el mismo comienza a amortizar este año, entre renta y amortización tendrá cobros por el 25.41% de la inversión (7/05/2019: 16.66% amortización + 4.375% renta +7/11/2019: 4.375%).
Dentro de las opciones en pesos, creemos que las Lecaps o los FCI son hoy instrumentos sugeridos –y acá es importante diferenciar por composición de cada fondo- . Dos ventajas de los FCI son la liquidez con la que cuenta el inversor (puede disponer de su saldo en cualquier momento) y la diversificación de activos. Así, se puede acceder a una gama muy amplia de inversiones. Entre los bonos en pesos nos inclinamos por los que ajustan por CER.
Para un perfil más agresivo, y tomando como horizonte el largo plazo, destacamos las inversiones en renta variable (o acciones). Donde se esperan mejores resultados en los sectores energéticos y financieros.
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