Veníamos sosteniendo bastante bien, en las últimas ruedas, los ruidos del marco externo, y el jueves dio una nueva muestra de ello.
Tras varias ruedas de idas y vueltas, finalmente llegó la fecha límite impuesta por Trump para aumentar los aranceles a las exportaciones chinas. Como lógicamente no se alcanzó un acuerdo en las primeras negociaciones con Liu He, vice premier chino, las amenazas se volvieron realidad. De esta forma, se elevan los aranceles al 25% para US$ 200.000 millones de productos chinos, mientras que se gravarían en el futuro cercano otros US$ 325.000 millones adicionales a la misma tasa.
Sin embargo, un dato para recalcar. El primer aumento tarifario entrará en práctica recién en dos semanas, por lo cual los mercados estiman que se llegará a un acuerdo previo.
Por otra parte, la respuesta china no tardó en llegar. Desde Beijing afirmaron que se tomarán medidas recíprocas, aunque la capacidad de China de contestar a través del comercio es más limitada. ¿Por qué? El volumen exportado desde Estados Unidos hacia China es significativamente menor al de sentido opuesto. Para tener una referencia, en 2018, las importaciones chinas fueron de alrededor de US$ 539.500 millones, mientras que las exportaciones alcanzaron los US$ 120.300 millones, lo cual explica el déficit comercial por US$ 419.100 millones.
Por lo tanto, ¿qué otras medidas podrían tomar el gigante asiático? Una alternativa podría ser a través de la depreciación de su moneda, pero no fue la elegida durante el período de tensión en 2018. Un aumento del tipo de cambio “licuaría” los mayores aranceles al mejorar los términos de intercambio, aunque también se transformaría en una carga para las empresas chinas muy endeudadas en dólares. Aquí existe el riesgo de comenzar una pérdida de reservas internacionales por parte del Banco Central.
Acciones y bonos (locales) resisten
A contramano del mercado externo, la rueda del viernes fue desfavorable para el S&P Merval con un cierre -2.03% abajo en 33427,35 puntos. Los negocios se mantienen estables (en niveles bajos), sumando ayer unos $ 815 millones. Mientras que el panel se dividió entre subas y bajas. En cuanto a los bonos, la tendencia fue mixta. Hubo cierta presión a la baja en la parte corta y larga, pero sin movimientos importantes.
Dólar, levemente a la baja
En cuanto al tipo de cambio, a pesar de ser una rueda con alta volatilidad y presiones desde el marco externo (donde las monedas emergentes se vieron debilitadas), el dólar mayorista cerró a la baja en $ 45,24 (+21 centavos). En tanto, la divisa en el segmento minorista retrocedió 30 centavos hasta colocarse en $ 45,80.
Por el lado de las tasas, la tasa promedio de la Leliq cerró en 72.053% 72.48% (-35 puntos básicos frente al día anterior). Las tasas mínima y máxima del día cerraron en 71.04% y 72.85%. En el día, el BCRA contrajo $ 21.906 millones continuando con la absorción de dinero a los bancos. De esta manera, el sistema financiero profundiza la tendencia hacia la meta monetaria.
Desde Tsa recomendamos:
Si bien la incertidumbre electoral condiciona las inversiones a mediano plazo. Opciones como reinvertir en bonos cortos, licitar letes cortas o invertir en fondos comunes de inversión sin riesgo argentino son las alternativas que sobresalen.
- Para aquellos que se identifican como aversos al riesgo, recomendamos invertir en Letras del Tesoro en Dólares Estadounidenses (Letes) cuyo plazo sea anterior a una hipotética segunda vuelta electoral. Los vencimientos recomendados son: 11 y 25 de octubre y 15 de noviembre de 2019, con rendimientos de entre el 4% y 5%. Sin embargo, pueden conseguirse también vencimientos más cercanos.
- Para aquellos neutrales al riesgo, proponemos como alternativa la reinversión de los flujos de fondos a recibir en el BONAR 2024 (AY24), el cual tiene vencimiento en octubre 2024 y un rendimiento aproximado de 17.4%.
- Para aquellos que se identifican como moderados al riesgo, recomendamos Letras del Tesoro en Dólares Estadounidenses (LETES) cuyo vencimiento sea después de las elecciones, con un rendimiento cercano al 5% y vencimiento el 29 de noviembre de 2019.
Otra opción sería invertir en el Bonar 2020 (AO20), con vencimiento en octubre de 2020 y un rendimiento orientativo del 18%. Para aquellos que deseen buscar plazos de inversión más largos, recomendamos el bono corporativo YPF Clase XXVIII 2024 (YPCUO), el cual vence en abril de 2024 y posee un rendimiento cercano al 10%.
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