Funcionaron las alertas y la policía llegó al instante para detener el robo de baterías en una antena de Claro en Villa Allende (fotos), un hecho que suena atípico para el común de la gente pero que en la industria sufren hace ya tiempo.
"Son delitos -agravados por ser comunicaciones un servicio esencial- que causan más daño en lo operativo que en lo económico -explica Alejandro Quiroga López, director de Asuntos Regulatorios e Institucionales de Claro-; sin baterías, ante un corte de luz se apagan nuestras antenas y dejan sin servicio a los clientes. Ahora, con la pandemia y las restricciones a la movilidad, el arreglo y reposición de equipos se dificulta aún más".
Como se ve "in fraganti" en la foto, las baterías de estas antenas son del tamaño de tres baterías de autos y su uso es muy específico y apenas adaptable para otras situaciones, nos explican.
Distinto es el caso del corte de todas las líneas de fibra óptica que abastecen a una localidad, hechos que -como sucede en la película La Odisea de los Giles o el libro La Noche de la Usina- son acciones que facilitan otro tipo de ilícitos más complicados. En el sur argentino ya han sucedido varios de estos cortes intencionales que se agregan a los involuntarios: una máquina que rompe una línea haciendo otro trabajo o hasta un auto que tumba un poste de comunicaciones.
¿Cómo anda la red? ¿Y la red de cobranza?
Aunque los números varían según la compañía y tipo de plan, en la industria estiman que un 40% de los clientes pospagos (con factura) está en mora en el pago. Al principio incluso fue mayor por la falta de locales de cobro abiertos, pero con el correr de las semanas se estabilizó en un porcentaje alto, ya plenamente por causa de la crisis de ingresos de muchas personas y empresas.
Una situación de mora tan elevada no se verificó ni aún en la crisis de 2002.
En Argentina, la modalidad prepago (los que compran paquetes de datos para luego consumir) incluye a un 60% del total de los clientes. En ese segmento también hay una retracción del consumo, pero los usuarios aquí se "auto regulan" en sus cargas. Más de la mitad de los pagos de factura y compra de paquetes de datos se hace en efectivo, con lo que las restricciones a la circulación potencia la retracción del consumo.
Las redes de las compañías de comunicaciones móviles han respondido con solvencia al incremento en la demanda de datos y el cambio de ubicación de esos consumos, lo que supuso una adecuación en los "balanceos" de las redes.
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en los tres últimos meses es el servicio que más aumentó. La mora en el pago del cuarenta por ciento lo cubren con los aumentos a los que pagan. Personal no te contesta, y por lo que leo, todas hacen lo mismo, no reciben reclamos de ninguna naturaleza, luego cuando los llevas a defensa del consumidor, arreglan, pero lo que te robaron antes no lo devuelven.
Lloran mucho por mora o robos, pero en medio de la pandemia y encierro te clavaron un aumento grande sin avisar, que no se hagan las carmelitas descalzas. Y se suponia que no podían cortar el servicio por la situacion y te lo cortan igual.
Nós comenzaron a llegar facturas de Movistar de 1700 pesos, al comienzo de la Pandemia quise llamar, nunca contestaron (quitaron la opción de ser atendidos por un operador), por Facebook te dejan colgado con la respuesta, hace tres semanas me contestaron por Twitter y cuando les pedí cambio de plan no respondieron más, a través de la aplicación Mi Movistar no te permite bajar el plan ( te da error, probando con dos líneas diferentes) solo de ofrece un descuento por 3 meses. yo sigo pagando mi factura, pero si no te dan alternativas ante está situación, ellos buscan tener estás deudas, total, nunca pierden.