“Deseo -hacia dónde quiero ir-; disciplina -lo que hace que las cosas ocurran-; y el reconocimiento a la gente, a los recursos humanos, son los tres pilares para innovar”.
Esos son los fundamentals de Chuán, uno de los gurúes de la innovación en el mundo, quien ayer visitó Córdoba como disertante de Innovacor 2015.
Durante su charla, explicó que si la innovación (“que las personas se atrevan a mirar la realidad de forma diferente”) no se define dentro mismo de las organizaciones estas no podrán avanzar y que para eso la clave está en el entusiasmo de los empleados. “Acá no se trata de Silicon Valley ni de Medellín sino de actitud”, disparó.
Sólo si es parte de la cultura la innovación es sostenible -dijo ante un auditorio colmado- y por eso es importante medirla. Nosotros realizamos una encuesta de clima interno basado en 54 preguntas sobre valores, conductas, clima (el aspecto emocional) y recursos, procesos, resultados (el lado racional).
El segundo paso, luego de la encuesta de clima, es actuar sobre las personas. “Abriendo proyectos de la innovación sobre las dolencias que tenga la encuesta: si lo que sale es que no hay tiempo, pues entonces hay que innovar en lo que hay tiempo”, precisó.
Finalmente, el paso número 3, es enfocarse en fortalezas de la organización.
¿Es lo mismo ser creativo que innovador? “Necesito la creatividad para la innovación, pero la creatividad sin crear el valor es un juego, un divertimento. Es la sal de la innovación”, dijo Chuán, quien está enfocado en desarrollar un Índice de Innovación Mundial (ICI Global).
Fran, ¿ves potencial innovador en Córdoba?, preguntó InfoNegocios. “Hoy (por ayer) en este congreso hay más de 400 personas, eso muestra el deseo. Córdoba tiene estadísticas macroeconómicas más estables que las del promedio del país y tienen hitos históricos donde han reconocido a las personas, como la reforma universitaria. Creo que Córdoba dará mucho que hablar en el mapa mundial de la innovación”, vaticinó.
La Regla Sabella de la diversidad (clave para innovar)
A su turno, el economista de la UTDT y socio de Estanislao Bachrach en la consultora Creative Brains at Work (CB@W), Hernán Kiguel, mostró la realidad argentina en materia de innovación y explicó que uno de los pasos necesarios para dar el “gran salto” en la materia es pensar con diversidad.
“Aquí se puede aplicar la regla 50-30-20, que para quienes gustan del fútbol la pueden llamar la fórmula Sabella, pensando en aquel primer equipo que paró en la cancha en el último mundial (5-3-2, según el dibujo táctico).
¿De qué se trata? La empresa que quiera innovar debe armar equipos donde el 50% esté conformado por quienes conocen del tema en cuestión, un 30% por quienes lo tocán de oído (un ejemplo pueden ser los representantes de las áreas de MKT o Publicidad) y un 20% de aquellos que no saben nada, para probar con la incomodidad.
“El trabajo más grande es con el que está cómodo. El que sabe habla al último. Hagan la prueba y verán que de este desafío salen muchos enfoques para trabajar”, desafío. (Guillermo López)
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