La joven emprendedora comenzó a investigar y a formularlo a comienzos de la cuarentena, tratando de que sea sólido para evitar el uso de botellas plásticas como recipientes. “Mi idea era utilizar materias primas económicas, pero de calidad para que pudiera entrar en varios nichos de mercado y no solamente para aquellos que están dispuestos a pagar un dineral para consumir de manera responsable”, señala Candelaria.
El detergente sólido se comercializa en almacenes de productos naturales, dietéticas y tiendas ecológicas virtuales. “Me sorprendió la aceptación de este producto: es cada vez mayor el consumo de los productos ecológicos y eso es súper motivador para nosotros”, reconoce entusiasmada.
Biodegradable, compostable y natural
El detergente es biodegradable porque se utilizan materias primas que tienen la capacidad de biodegradarse en la naturaleza. Una vez que se depositan en lagos y ríos, existen microorganismos capaces de degradar esas moléculas en un lapso corto de tiempo, y eso es positivo para los sistemas acuáticos, ya que hay muchos otros ingredientes que perduran por muchísimo tiempo en el agua y son contaminantes para la flora y fauna acuática.
“Evitamos usar plástico, un derivado del petróleo, porque proviene de una fuente muy contaminante y no renovable. Tampoco utilizamos ningún tipo de derivado de origen animal para evitar la explotación de los animales y para evitar su alto impacto negativo en los ecosistemas”, añade Candelaria.
El detergente sólido está elaborado con tensoactivos aniónicos, tensoactivos anfóteros, agua, glicerina vegetal, regulador de ph, coadyuvante vegetal y aceites esenciales de limón y menta.
“Consideramos que es ecológico porque al ser una pastilla sólida, puede ir perfectamente envasada en cartón o papel. Evitar el packaging de plástico es necesario y urgente para mitigar su impacto en el ambiente”, agrega Elías González, ingeniero químico que trabaja en Groen.
El envase se puede compostar, pero sugieren reciclarlo, antes de compostarlo, ya que en la caja puede quedar restos de producto y eso contaminaría el ambiente de la compostera. Además al tener tintas, su proceso de compostaje es muy lento.
Con respecto a los líquidos, el detergente sólido desengrasa mucho más que los tradicionales, porque es una fórmula concentrada y tiene mucho menos agua. “Entonces con una sola pasada sobre la esponja, es suficiente para lavar y desengrasás un montón de platos. En cuanto al impacto en la piel, es mucho más agradable. Si bien no es un producto que humecta las manos, su fórmula evita que se resequen”, advierte la creadora de Groen.
¿Cuánto rinde?
Sobre la durabilidad del detergente, la emprendedora señala que hay clientes a los que una barra de 60 gramos les dura dos meses, pero que a otros les dura solo semanas. Eso depende de cómo lo usen, cuanta vajilla laven y cuánta grasa consuman. “Comparándolo con el líquido, 60 gramos de detergente sólido equivalen a aproximadamente una botella de 250 mililitros de detergente concentrado”, compara.
¿Cómo se usa?
Primero se debe mojar un poco la esponja, luego frotar una o dos veces sobre la superficie de la barra, y listo. Se vuelve a mojar la esponja y se procede a lavar la vajilla. Cuando se gasta el producto, se repite el primer paso.
Es recomendable colocar la barra de detergente sobre algún recipiente o jabonera, para que no se pierda producto en la mesada.
El precio sugerido es de $ 160 para la barra de 60 gramos y $ 250 para la de 115 gramos.
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