Con cerca de 160 cabezas de ganado, La Delfina manufactura de manera diaria 700 litros de leche de búfala y es -aseguran sus impulsores- la única empresa en el país dedicada a la elaboración de lácteos realizados 100% con leche de estos animales.
Se trata de una iniciativa de Carlos Noguera, quien viene de familia de criadores; “Empecé con este proyecto hace 6 años, en la localidad de Las Flores, junto a mi padre y mi abuelo. Arrancamos de forma experimental y de a poco fuimos creciendo”, comenta el emprendedor.
Actualmente La Delfina comercializa una amplia variedad de quesos (entre ellos muzzarella, queso en hebras, provoleta y florense), queso crema, ricota, dulce de leche y -lo que hoy es su estrella-, yogur.
Producción “boutique”
Noguera sostiene que todo el portafolio de La Delfina es elaborado de manera artesanal.
“Lo que nos diferencia es que la nuestra es una propuesta 100% integrada; tenemos nuestros propios animales y uno de nuestros pilares es justamente el bienestar de las búfalas”, comenta.
Y agrega: “Nos hacemos cargo de su alimentación y cría, lo que nos garantiza lo mejor en cuanto a materia prima; además, tenemos el tambo a 110 metros de la planta de procesamiento. Eso es lo que hace que nuestros productos sean tan frescos”.
Algunos beneficios
Desde La Delfina remarcan que todos sus lácteos no tienen conservantes, son libres de gluten y 100% naturales.
A su vez, indican que son aptos para intolerantes a la beta-caseína.
“A grandes rasgos, el mundo de los intolerantes a la leche se divide en dos: por un lado, están quienes no toleran la proteína de la vaca, que es la beta-caseína A1. La leche de búfala tiene A2, por lo que las personas con esa condición pueden comer nuestros productos sin problema”, empieza explicando Noguera.
Y completa: “Después están quienes no pueden consumir lactosa, que es algo que está presente en todos los lácteos. Para ese grupo, estamos elaborando nuestro primer yogur deslactosado, y esperamos lanzarlo en algunas semanas. Con este artículo, queremos llegar a todo el universo de los intolerantes”.
Una demanda en aumento
Noguera reconoce que las alternativas a los lácteos de vaca aún son incipientes en el mercado argentino, y que los artículos de La Delfina son hasta un 30% más caros por sus costos de elaboración.
Sin embargo, el empresario dice que hay un aumento en el interés de los consumidores por estas nuevas opciones: “A partir del inicio de los 2000 se empezó a notar el surgimiento de un nuevo movimiento en lo que tiene que ver con la alimentación”.
“Comenzó con el desarrollo de polos gastronómicos en varias partes del país, y el consumidor fue cambiando. Ahora hay clientes curiosos, bien informados y más responsables; son más exigentes pero también están dispuestos a pagar más. Por eso hay mayor presencia de marcas más pequeñas pero de mayor calidad en las góndolas”, remarca.
Según Noguera, esta tendencia es lo que le ha permitido a La Delfina mantener un crecimiento anual sostenido de cerca del 30% en cuanto a su facturación.
¿Dónde lo consigo?
La Delfina vende actualmente cerca del 85% de su producción en la zona del AMBA; sin embargo, esta se presenta en varias provincias. En Córdoba, se consigue en la Capital y en Río Cuarto.
“Tenemos tres canales de distribución, y cada uno de ellos representa cerca de un tercio de nuestros despachos. Vendemos a hoteles y restaurantes, a dietéticas y tiendas gourmets, y a través de E-Commerce”, comenta Noguera.
Los interesados pueden consultar disponibilidad y precios de los productos haciendo click aquí.
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