El 2018 es año de Mundial (¡y de renovar el tele!)

La estacionalidad es clave al momento de explicar el fenómeno del consumo de los bienes masivos. Por ejemplo, la venta de autos es superior en la primer parte del año, los trajes de baño en verano, los artículos de librería en marzo y el chocolate en invierno. Pero en el caso de los televisores, el período de mayor comercio es menos asiduo: 4 años.

Es de libre asociación este período de tiempo con uno de los eventos más esperados en cada continente: el mundial de fútbol. En años ordinarios, el mercado argentino de televisores tiene un flujo de dos millones y medio de unidades anuales. Pero cada cuatro años, las ventas se multiplican por cuatro y hasta la producción se duplica para mantener la oferta al nivel de la demanda, incluso las búsquedas de televisores en Google se triplican.

Mundial tras mundial
Un claro ejemplo de esta realidad es que en el segundo trimestre de 2006, previo al mundial de Alemania, se vendieron 584 millones de pesos en televisores y plasmas, lo cual representó un crecimiento del 95% respecto del mismo período de 2005.

A su vez, en enero de 2010, a pocos meses del mundial de Sudáfrica, las ventas de televisores LCD ascendieron en un 90% respecto al mismo mes de 2009, mientras que la venta total de televisores anual sumó 1.635 millones de pesos, un 212% más que en 2009. Esta explosión se debió al lanzamiento de los televisores LED y a la oportunidad que tuvieron los argentinos de comprar en 50 cuotas sin interés.

El mundial de Brasil 2014 también presentó una suba en la demanda de los argentinos pero no tan marcada como los años anteriores, ya que se ofrecieron menos cuotas y el país atravesaba un proceso inflacionario relevante: las compras de televisores LED y Smart TV aumentaron un 30% por sobre las de 2013.

“Creemos que en 2018 las ventas serán superadoras. Estamos trayendo al país un televisor que romperá con todos los modelos actuales”, adelanta Juan Manuel Cosentino, Brand Manager de la división Consumer Electronics de LG Electronics Argentina.

Lo que vendrá
En cada mundial, los consumidores buscan dispositivos con mejor calidad de imagen y pantallas de mayor tamaño para disfrutar del evento deportivo del año. Si en 2006 la novedad tecnológica eran los plasmas, en 2010 los LED y en 2014 los ultra HD, el 2018 irrumpe con una verdadera revolución en tecnología de imagen: los televisores OLED.

La tecnología de los paneles OLED, que ya había arribado a la Argentina de la mano de LG, es superior porque cuentan con píxeles autónomos que pueden prenderse y apagarse, generando un contraste infinito y colores más vivos. A esta innovación, LG le sumó la resolución 4K, también ya presente en otros televisores de la marca: los 8,29 millones de píxeles de iluminación autónomos garantizan negros más profundos y matices más ricos. A estas dos tecnologías combinadas, se le suma un veloz índice de respuesta que ayuda a que el televisor resuelva el movimiento en forma impecable sin destellos ni efectos borrosos.

Es usual que grupos de amigos y familiares se reúnan para ver los partidos de los mundiales y que la posición frente al televisor sea la más discutida, ya que es una de las ubicaciones más privilegiadas. Esto se debe a que en los televisores tradicionales el ángulo de visión puede hacer perder colores y claridad en la imagen. Sin embargo, con la tecnología OLED y así como con la IPS de LG, aunque uno vaya corriendo el ángulo de visión, las posibilidades de ver el partido son las mismas.

La tecnología OLED, gracias a no necesitar el tradicional panel de iluminación, además de permitir cierta delgadez en la pantalla (menor a 1 centímetro), no posee fugas de color y los píxeles tienen iluminación propia, permitiendo que todos los asistentes del partido no se pierdan nada de lo que está sucediendo.

Gracias a esta tecnología, el próximo mundial nos permitirá imaginar que estamos bajo cielo ruso dentro de un estadio vibrante, viviendo el fútbol con la misma pasión de siempre pero con una percepción potenciada gracias al nuevo LG OLED TV.