El festival de Doma y Folclore de Jesús María se ha convertido para Cúpula Biz en el evento más importante de la empresa. Año a año rompen sus propias marcas de facturación en sponsoreo. Además apuestan fuerte a “la industria” del campo y siguen adelante con “Ñú Posta Urbana”, el hotel de zona norte que camina a convertirse en un clásico.
Soledad Huespe: ¿En que anda Javier Martínez? Ustedes estuvieron muy activos en la pandemia, pero ahora vuelven al ruedo tradicional, ¿no?
Javier Martínez: Sí, creo que ha sido para la gran mayoría de los emprendedores y empresarios un re desafío pasar esta pandemia, fue muy duro. Principalmente para el sector nuestro que está relacionado a los shows, a los eventos. Eso se paró al 100%, se suspendieron eventos internacionales y un montón de cosas que teníamos en ese momento que ya estábamos trabajando y se suspendieron incluso hasta una semana antes, como el mundial de Motocross… No me voy a olvidar nunca, estábamos volviendo de Expoagro de San Nicolás y se anuncia todo esto. La semana siguiente teníamos el mundial de Motocross en Villa La Angostura. Fue una locura, con toda la logística y el armado hecho, todo el equipo había mandado todas sus motos y de pronto no llegó nada, no se hizo nada. Eso fue el comienzo de la pandemia para nosotros y bueno, ahí seguía el Rally Mundial y después las exposiciones rurales, el festival de Jesus María. Y todo se fue cayendo, diluyendo, había que luchar más allá de lo económico que fue durísimo, era volver a tu casa y no saber qué hacer. Era un desafío, mantenerse en pie, no solo uno sino a los equipos con que se trabaja o lidera. Pero bueno, hemos pasado todo eso, y como dijiste estuvimos activos en la pandemia. Por suerte hace 2 años o 3 que habíamos tomado la decisión de empezar a trabajar con la industria del campo.
SH: Decís la palabra industria, todo el mundo le dice sector del campo. ¿Por qué ustedes le dicen industria?
JM: Sí, nosotros lo vemos como una industria porque creemos que “sector” quizás lo achica y lo mete en un lugar que no es. El campo es una industria, sinceramente hay que lograr entender eso, empezando por el poder político nacional que por ahí está siempre enfrentándose y tratando de poner palos a la rueda. Es una industria que trabaja y moviliza enorme cantidad de gente y economías regionales. Es realmente apasionante.
Así que bueno, habíamos empezado a trabajar con ellos y esa industria se mantuvo de pie y creció y apostó y siguió sembrando e invirtiendo en tecnología. Por suerte estamos trabajando ahí con marcas, con instituciones donde estuvieran activos, y eso nos permitió mantenernos muy despiertos y seguir innovando y trabajando para aportar lo que nosotros nos gusta hacer que es “creatividad comercial” como yo llamo, “innovación comercial” y meterle pensamiento estratégico a esa industria que por ahí siempre fue muy lineal lo que hacían. Pero ahora están apostando y están yendo para adelante. Maquinaria agrícola, cosechadoras, sembradoras, insumos. Los mismos productores agropecuarios están integrándose hacia adelante y están creciendo, creando marcas. Es interminable. Eso nos mantuvo muy activos durante la pandemia.
SH: Y en esa industria juegan con 2 sombreros, por un lado tienen el Festival de la Doma y por otro lado están también en la Sociedad Rural de Jesus María. ¿Es así?
JM: Sí, trabajamos con la sociedad rural de Jesus Maria que es una de las instituciones más influyentes en la Argentina. Porque es de Córdoba principalmente. Porque Córdoba tiene esa impronta y esas ganas de no dejarse pasar por arriba. Todo el sector empresarial de Córdoba marca la diferencia en eso. Entonces la sociedad rural de Jesus María es muy fuerte. Influye directamente desde el centro, norte y hasta los países limítrofes de la Argentina. Todos los productores agropecuarios que participan dentro de la sociedad rural son mixtos, ganaderos, agropecuarios, por lo cual la hace tan interesante porque trabaja sobre todos los temas que tienen que ver con el agro. Entonces para ello hemos trabajado y desarrollado mucho el posicionamiento de la sociedad rural, el acuerdo de compañías y con marcas para que sean parte y se integren a esta sociedad rural.
Creamos un club que se llama “Club Rural” que es una plataforma de relacionamiento entre las compañías, marcas del primer nivel del sector y los productores agropecuarios. Entonces siendo socio de la sociedad rural obtienen algunos beneficios que por la vía normal no obtienen, entonces eso lo hace más atractivo aún. Si bien es una sociedad que es sin fines de lucro, pero sí trabaja para brindarles beneficios al sector permanentemente. De acuerdo con gobiernos, instituciones, tarjetas de créditos, con bancos, automotrices. Está todo metido ahí, eso fue algo que creamos nosotros, y lo trabajamos muy abiertamente con ellos.
SH: Están ávidos de nuevas ideas, ¿no?
JM: A mí me sorprendió, uno a veces tiene esa imagen de productor agropecuario de antes, un tipo grande, lo digo con causa porque mi familia viene de ahí. Ha sido toda la vida productor agropecuario. Y uno tenía esa imagen. Hoy cambió, hoy lideran las compañías jóvenes entre 30 y 45 años, todos con estudios universitarios, todos tienen masters, todos han viajado por el mundo. Ya no es más ese sector manejado por “gringos”, mal dicho como decían. Hoy están preparados, hoy van para adelante, hoy están 100% informados, entonces a nosotros nos gusta y nos desafía más. Nosotros veníamos de trabajar históricamente con consumos masivos, con marcas como Coca-Cola, Heineken, Volkswagen. Con compañías que sí estaban acostumbradas a hacer marketing y comunicación. Pero el campo no, entonces dijimos “hagamos un pie ahí y le demos todo eso que a nosotros tanto nos gusta”, y la verdad que lo toman y ya nos están empezando a demandar y cada vez la vara está más alta. Desde ese punto de vista es muy lindo .Y ahora volvió la otra parte, que es la de los festivales.
SH: Ahora están trabajando fuerte en el de la doma de Jesús María ¿ahí qué hacen?
JM: El festival de Jesús María la verdad es un caso de éxito. Es un festival que lleva 57 años, nada más que la edición 56 no se pudo hacer por la pandemia, que fue la que el año pasado se suspendió. Entonces este año es el cumpleaños número 57 del festival pero es la edición 56.
SH: ¿Es la única vez que no se hizo?
JM: Es la única vez, nunca hubo nada que lo llevó a suspender, pasó todas las crisis habidas y por haber. Pero la razón de ser del festival es tan fuerte que su foco es la educación. Todo lo que se recauda va a las instituciones educativas. Son 20 escuelas las que conforman el festival. Así nace, cuando se juntan escuelas de la zona de Jesús María, Colonia Caroya, Sinsacate y dijeron armemos un festival. El 100% es solidario. Todo lo recaudado va a la educación y eso lo hace muy sólido y muy fuerte. Tienen más de 2000 colaboradores que son ad honorem, son los padres de los hijos de las escuelas, exalumnos. Eso arma toda una comunidad que hace que sea tan fuerte. Es la 14ta edición que estamos trabajando, empezamos en la edición por allá en el 2010. Y desde esa vez que comenzamos, fue ininterrumpida. Fue evolucionando, convirtiéndose, rejuveneciendo, se hicieron muchas horas de infraestructura.
Hoy vos vas y no es el mismo festival que conocías de antes, hoy tiene un paseo gastronómico de 1er nivel. Como si estuvieses en Güemes. Tiene esa misma estética, los arquitectos que han trabajado le han dado una impronta muy interesante dentro de la infraestructura de los baños, los escenarios, hasta los artistas que vienen dicen “Che, loco, cómo no hay otro festival así en la Argentina”. Por eso decimos que es el festival más grande de América. Hay pocos que tengan este nivel de preparación, de producción y también de resultado. Todas las marcas que participan en el festival, ninguna cambia. Todos los años arranca con el 100% vendido. Eso es una enorme conjunción de cosas que hace que eso pase. El que viene del mundo comercial sabe lo difícil que es. El festival trabaja muy bien y le da de más a cada empresa que participa. Eso hace que quiera seguir estando.
SH: Javi, si en el 2020 vendieron 10 para el festival, ¿cuánto llevan vendido ahora pisando diciembre para esta edición 2022?
JM: Históricamente, todos los años es récord la recaudación, nunca paró de ser récord. Desde los 14 años que nosotros estamos, todos los años crece, por encima de la inflación incluso. Porque siempre la venta de tickets va aumentando, porque la programación es muy buena. La gente la pasa bien, rota increíblemente, hay gente que entra a las 18hs y a las 23 hs se va, y entra otro público a esa hora y está hasta las 4 de la mañana. Todo eso hace que la venta de tickets aumente. Y por otro lado el aporte que hacen las marcas y las instituciones. A esta altura te diría que el festival está 100% del sponsoreo, y la venta de tickets viene por encima de la proyección que tuvo los últimos años. A esta altura, sin que termine noviembre, la venta es fabulosa, es exitosísima. Y el acompañamiento de las empresas es muy importante, y se han incorporado empresas nuevas. Que eso también es muy importante, han entrado empresas de primera línea que han decidido en su estrategia estar en el festival. Y la verdad que estamos muy contentos. Hablar de facturación hoy, te diría que está por arriba de los $ 40 millones.
SH: Diríamos que Cúpula Biz encontró su nicho en la industria, pero ¿se permiten salirse un poco de ese lugar para hacer otras cosas?
JM: Cuando se armó el pensamiento de la Cúpula, del por qué crear una empresa que tenga como foco principal la innovación comercial y la creatividad comercial... Al principio era “Creative Business” la bajada, era creatividad en los negocios porque nosotros veníamos de la industria creativa, éramos agencia de publicidad. Y veíamos que siempre se aplicaba la creatividad a la comunicación pero muy poco a los negocios. Y obviamente que tenemos un permitido permanentemente de hacer otras cosas, porque somos inquietos, nos gusta estar todo el tiempo pensando, innovando, somos emprendedores y nos gusta todo eso. Si bien la base de Cúpula Biz termina siendo su negocio principal, el “Sponsor Biz”, que es este que tiene derechos de grandes eventos como el Rally mundial, Motocross, el Dakar, el festival de Jesus María, Cosquín en su momento. Eso es una unidad, que trabaja de manera sólida. La otra que es la que está relacionada al mundo del pensamiento estratégico, la parte que te va llevando a volar, a pensar, a crear, hacer cosas nuevas, esta fue la que nos llevó a meternos en la industria del campo. Entonces eso merece todo un trabajo muy finito de equipos. No son los mismos equipos los que comercializan un festival con los que tiene que estar trabajando en pensamiento estratégico. Eso nos lleva a estar pensando en cosas nuevas, como una locura que hicimos durante la pandemia que decidimos meternos en el negocio de hotelería y gastronomía. Cómo será que teníamos el chip del campo en la cabeza que dijimos: “¿Por qué no hacemos un intento de rememorar y poner en valor las famosas postas que tenía históricamente el campo?” Las postas que hacían los viajeros de negocios, que iban de acá hasta Perú, paraban, comían, hacían sus negocios, cambiaban sus caballos y seguían; entonces dijimos: “Bueno, hagamos una posta en la ciudad” y así creamos “Ñú Posta Urbana”, que es un hotel boutique pero que tiene un restaurante y que todo gira en torno a eso. Un lugar para llegar, descansar, llenarse de energía, hacer negocios, reunirse con amigos, disfrutar de la gastronomía, y seguir. Así nació “Ñú Posta Urbana” que hoy ya tiene 4 meses y está funcionando bien y está linda.
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