Además, el Presidente colombiano, Iván Duque, se reunió paralelamente con el embajador argentino, Marcelo Stubrin, para transmitirle a Buenos Aires su preocupación al respecto, ya que quieren tener todo asegurado, y una ciudad donde jugar, para empezar cuanto antes con los preparativos.
Estos hechos se dan tras las declaraciones del Presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien afirmó que no desea detener la Copa América en su país, pero al mismo tiempo, indicó que deben ser muy sensatos y cuidadosos con el tema, enfatizando en que aún tienen un tiempo por delante.
Sin embargo, ante la presión ejercida desde Bogotá, el Ministro argentino de Deporte y Turismo, Matías Lammens, tuvo que salir a aclarar que el principal Torneo de Selecciones del Continente seguirá desarrollándose en tierras gauchas: “Hoy, la Copa América se juega en el país”, afirmó, dejando aun así una pequeña puerta entreabierta frente a los cambios de escenarios que pudieran ocurrir.
En esa línea, las probabilidades de que Argentina continúe como organizador de la Copa América se vuelven cada día más remotas: todo apunta a que los albicelestes estarían más inclinados hacia el retiro de sus fichas en la Copa que a la permanencia como anfitrión en una competición que podría cambiar de lugar, y que representa una gran oportunidad para el fútbol argentino de volver a saborear la victoria.
Recordemos que la nación que vio jugar al maravilloso Maradona se ubica siempre entre las mejores apuestas para ganar el campeonato, junto con Brasil y Colombia. No obstante, si bien Argentina se encuentra entre los favoritos para ganar la Copa América en las mejores plataformas de apuestas (donde también podemos seguir otros torneos como la Copa Libertadores, la Copa Sudamérica e incluso la Liga de Campeones CONCAF, la cual celebró 60 años en febrero), esta vez cuenta con una particular presión sobre sus jugadores, pues intentarán romper una racha de 28 años sin levantar Copas en cuanto a mayores.
Ante este escenario, vale la pena destacar que las ventajas que ofrece la localía argentina se verían afectados, ya que los aficionados son uno de los pilares esenciales de la pasión por el fútbol, y al jugar Argentina en casa, esto sería un punto a favor para ellos, buscando siempre ganar el campeonato. De esa manera, si se cambiase el lugar de juego, Argentina ya no jugaría en casa y Colombia podría tener ventaja.
Por otro lado, no todo son flores, ya que debemos recalcar que los gastos para la organización - calculados en alrededor de 7 millones de dólares - deberán ser asumidos completamente por el país anfitrión, el cual esperaba recuperar su inversión principalmente a través de la venta de entradas y la presencia de la afición.
Asimismo, es importante tomar en cuenta las exenciones tributarias que se acordaron al momento de aceptar la organización del torneo, las cuales se calculan en más de 14 millones de dólares, que el Estado argentino estaría dejando de percibir y pasarían a manos de Colombia. De esa forma, esperamos finalmente que se tome una decisión pronto, ya que la afición desea poder ver la organización de un evento deportivo que quedará grabado en la memoria de todo un continente.
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