En la provincia es común encontrar jardines proyectados desde Buenos Aires sin contemplar el clima local y con presupuestos inflados por plantas exóticas que no sobreviven una temporada. Ese fue el punto de partida que llevó a Pablo Lencioni —artista y paisajista— a correrse del paisajismo “de catálogo” y apostar por una lógica simple: partir de la funcionalidad para crear algo bello.
“Muchas veces me traen proyectos ya armados, por otros profesionales, cuando los reviso, el 60% de las plantas son hermosas, pero no sirven para acá”, explica Pablo. El resultado suele ser el mismo: plantas muertas y la inversión perdida.
Buena Vida, el vivero creativo de Pablo Lencioni, se especializa en plantas exóticas y tropicales que aportan alto valor estético a los proyectos. Ese conocimiento botánico le permite proyectar desde la funcionalidad del espacio, contemplando las particularidades de cada terreno. Sus servicios parten de la parquización hasta la proyección y diseño paisajista del espacio.
¿Cuánto cuesta proyectar un jardín?
Existe la creencia de que el paisajismo es caro o un lujo. Sin embargo, los costos varían según el objetivo y el tipo de espacio a intervenir.
Lencioni ha trabajado en numerosos dúplex de Manantiales II, donde —por las características del terreno— es posible comenzar un proyecto desde $ 100.000, utilizando plantas resistentes, económicas y de bajo mantenimiento, pensadas para aportar verde y altura sin encarecer el presupuesto.
En otros casos, una sola planta puede convertirse en el eje del proyecto. Espacios interiores o exteriores donde una especie protagonista —muchas veces rara o difícil de conseguir en viveros tradicionales— define toda la estética. En estos casos, el valor de una planta puede cuadruplicarse según su tamaño, y transformar por completo el resultado final.
No existe un techo para el valor de los proyectos. Muchos se desarrollan por etapas o se ajustan con el tiempo, e incluso Lencioni mantiene clientes que renuevan el aspecto de su jardín por temporadas, adecuando la estética y las especies al clima de cada momento del año.
El mensaje final apunta directo al mercado local: en Córdoba hay clima, sol y suelo propios, y el paisajismo no puede copiarse. “No hace falta un gran presupuesto para tener un jardín bello. Con poco dinero, pero bien administrado, también se puede proyectar.” Para Lencioni, el jardín no es decoración: es un espacio para ser disfrutado y vivido.
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