Vidón, llamado así en referencia a la buena vida que se vive dentro del bar, es un bar que nace en Alta Córdoba hace casi doce años como iniciativa de dos jóvenes, Carlos Marano y Federico Pérez Gambino, quienes a sus 22 años vieron una gran oportunidad en un barcito escondido que funcionaba en el patio detrás de un local de ropa, donde ellos se reunían.
Estos jóvenes compraron el lugar, una casa antigua con un patio espacioso, pintaron todo de verde y le dieron forma a lo que hoy es Vidón Bar, un lugar que sin dudas se diferencia del resto de los bares, con una estética “acumulativa y de colección”, como lo define su dueño, y una atención descontracturada, que hace que los clientes se sientan como en sus casas.
Vidón, “el lugar de la buena vida”, propone una gran variedad de actividades para quienes lo visitan como juegos de mesa, música en vivo, instrumentos musicales, pantalla grande para ver partidos y la serie Game Of Thrones los domingos, en un ambiente espacioso, decorado con antigüedades y objetos de colección. A lo largo de sus años, los dueños han probado de todo y nunca se quedaron quietos, logrando perdurar en el tiempo y que “no sea una moda, sino un estilo de vida”, aseguró Carlos.
Con esta esencia, el bar busca expandirse: están viendo nuevos espacios para abrir una franquicia en Córdoba y tienen interesados en el resto del país. Actualmente, además del primer local en Alta Córdoba, en Mariano Fragueiro al 2185, cuentan con una sucursal en Nueva Córdoba (Achával Rodríguez 152) que abrió en el 2017. A su vez, en el mismo barrio donde nació, a la vuelta, está el Vidón Rojo, un bar que compraron y lo hicieron “el hermano de Vidón” hace ya diez años.
Los dueños aseguran que es un bar muy difícil de replicar, ya que lo que ellos pretenden vender es más que un producto, es una experiencia que no se consigue en otro lado. Sin embargo, han logrado crear un sistema de franquicias y han encontrado la forma de transmitir eso que los caracteriza a sus empleados y a sus clientes, que, como ellos dicen, también son parte del bar. Con respecto a ese espíritu ambicioso que poseen ambos, Carlos afirmó: “Esta es nuestra vida y estamos jugándola a que tiene que crecer y que va a crecer”.
Vidón es un bar que “está vivo”, constantemente en movimiento y buscando cosas nuevas. Algunas de sus propuestas que han marcado tendencia y perdurado en el tiempo son la jarra propia del bar, para tomar las bebidas, y la botella de fernet que permite que cada cliente se prepare el fernet a su gusto, en la mesa, y que, si no la termina, pueda guardarla y seguir consumiendola en su próxima visita al bar. “Hay por lo menos 500 botellas guardadas”, comenta entre risas Federico, y aseguró que este sistema ha generado la fidelización de clientes. Además cuentan con varias promociones como 2x1 en tragos hasta las 21 horas, los miércoles de mujeres que tienen 2x1 toda la noche y una variada carta con lomos, pizzas, rabas, hamburguesas y picadas.
En cuanto a los movimientos del bar, los dueños contaron que, según el reporte anual, en el 2018 fueron 140.000 las personas que pasaron por el bar en Alta Córdoba (que tiene capacidad para 300 personas) y unas 170.000 personas pasaron por la sucursal de Nueva Córdoba. Ambos son espacios grandes, excelentes para cumpleaños, juntadas con amigos, parejas, familias, y están abiertos de lunes a lunes hasta las 5 de la mañana (incluso la cocina).
En cuanto a los planes para el futuro, están armando un nuevo proyecto que prefieren guardarlo para cuando esté listo, ya que si algo los caracteriza es ese “efecto sorpresa”: quieren que los clientes se sorprendan con todas las novedades del bar.
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