Cuenta la historia que la creación de la aseguradora derivó de un incumplimiento de la palabra empeñada.
La fundación ocurrió hace casi 80 años. Cuando después de ese episodio César Ignacio Scarafía -el abuelo de Mónica Agodino, directora de la compañía-, decidió iniciar la empresa que hoy emplea a más de 230 personas y factura $1.400 millones.
Para dar inicio al relato hay que ubicarse en los años 30 del siglo pasado, cuando Don Scarafía era productor y asesor de seguros de una empresa bonaerense. Su trabajo consistía en recorrer campos donde vendía, fundamentalmente, seguros de accidentes de trabajo rurales.
“Hoy abarcamos casi todo el territorio nacional”
(Gerardo Sanmartino - Jefe del Departamento Comercial)
“Un buen día hubo un accidente laboral importante y al comunicarse con la gerencia de la compañía le rechazaron el siniestro. Se fue a Buenos Aires a reclamar y exigir que cumplieran, pero volvió a San Francisco sin nada, y al llegar a su casa le dijo a mi abuela -quien trabajaba con él-: “Ofelia, de ahora en adelante voy a trabajar en un compañía nuestra. Que sea de San Francisco”, relata Mónica.
Reunió un grupo de amigos y meses después fundó El Norte, allá por el año 1938, con un claro leitmotiv: cumplir con la palabra empeñada.
La superintendencia de seguros, la autoridad de control de la industria, registró la empresa poco tiempo después.
La primera agencia que se abrió más allá de las fronteras de la “capital del este provincial” fue en la Ciudad de Córdoba. “Mi abuelo abría las agencias y las iba entregando para que las administraran sus hermanos, que en total eran 11”, recuerda dando al mismo tiempo un detalle simbólico del carácter intrínseco de esta organización: la impronta familiar de la empresa.
“Lanzamos nuestro nuevo sitio web Institucional”
(Gabriel Vilosio - Jefe del Departamento Sistemas)
Actualmente, con Córdoba y Santa Fe como centro de su actividad, desde su casa central en pleno centro de San Francisco se define la estrategia que aplican sus 11 agencias y dos oficinas -una en Salta y otra en Misiones- que le permiten una amplia cobertura apoyada comercialmente en 1.200 productores asesores de seguros.
Actualmente la firma tiene 235 empleados directos, de los cuales 125 trabajan en la sede principal, a los que debe sumarse una gran cantidad de trabajadores indirectos -talleres de chapa y pintura, médicos, asesores, etc.- ubicándola como una de las principales empresas del este provincial . “Hay un gran derrame de trabajo en muchas áreas”, señala.
El legado del fundador (y las reuniones diarias)
Julio, el mayor de los tres hijos-y el único varón- fue quien siguió con los designios del fundador de la compañía y logró consolidarla como organización y, especialmente, como marca.
La tercera generación comenzó la profesionalización que ostenta actualmente la empresa.
El directorio está conformado por cuatro de los sucesores: Lic. Daniel Felizia (Administración y Finanzas); Dr. Eduardo Felizia y Dra. Mónica Agodino (Siniestros y Recursos Humanos) y Dr. Julio Scarafía (Comercial).
Los cuatro tienen un método de trabajo muy particular: se reúne todas las mañanas de lunes a viernes desde las 8 hasta las 9.30.
“Tenemos una guía de trabajo; la tarde anterior el coordinador recibe todos los temas que se van a tratar la mañana siguiente y los planteamos en orden de importancia. Todo lo resuelto se refrenda en un acta”, detalla. Hace más de 10 años que realizan ininterrumpidamente esta estructura de trabajo.
¿Es útil? “Al ser una empresa familiar todos trabajan en una área determinada, pero de esta manera cada uno de nosotros está al tanto de todo y sabe qué pasa en cada sector y eso significa un respaldo para cada director, porque una empresa que crece y evoluciona es una gran responsabilidad”, argumenta.
Este inusual método no implica que no haya protocolo familiar para los que llegan. Ya hay dos jóvenes de la cuarta generación transitando el camino, desempeñándose en distintas áreas.
“Una empresa familiar tiene cuestiones que otras no. Por ejemplo: a todas las personas que se incorporaron en los últimos 25 años a la firma las conozco personalmente, sé quienes son, cómo está compuesta su familia… me tomo el tiempo necesario para hacerlo porque eso marca una diferencia con los empleados y se nota después en trato con el cliente”,
añade.
Una empresa que factura más $100 M mensuales
El último balance, cerrado el 30 de junio pasado, mostró una facturación de casi $1.400 millones de pesos, un 40% más que el año pasado. “Estamos por encima del promedio de crecimiento de la industria”, aporta.
De acuerdo a los datos de la empresa, alrededor del 66% de la producción de seguros viene de la rama de los automotores. Aunque se comercializan todas las coberturas, entre las que se destacan Granizo, Accidentes Personales, Responsabilidad Civil, Combinado Familiar e Integrales.
Los pasos a seguir
Entre sus planes se cuenta la continuidad en el mercado se reaseguros como parte del grupo accionario de Reunión RE, una reaseguradora nacional que opera en el mercado desde hace cinco años.
Actualmente en sus contratos también mantienen coberturas con MS AMLIN, Münchener Rückversicherungs, Scor Global P&C SE y Mapfre Re Cía. de Reaseguros.- Además, seguirán con una fuerte inversión en tecnología, donde tiene un centro de cómputos de gran relevancia que incluye un edificio con servidores de back up. “A tal punto que IBM nos tomó como empresa testigo”, cuenta.
Afirma, en tanto, que siempre están atentos al lanzamiento de nuevos productos e incluso a la actualización y modernización de los tradicionales. “Así fuimos sumando en los últimos años nuevos ramos como Embarcaciones de Placer y Caución”, señala.
Y se aggiornan a las nuevas tecnologías con productos novedosos dentro de Ramas Varias y Responsabilidad Civil “ante la aparición de algunos riesgos nuevos como el uso de drones y también otros dentro del grupo de los seguros de salud”, se explaya.
La ampliación de oficinas en el sur de Buenos Aires y parte de la mesopotamia también está entre los pasos a seguir.
Con esta clara expansión en territorio nacional, la pregunta sobre si es posible que la sede se traslade a una ciudad más grande cae de madura. La respuesta no deja dudas: “Somos de aquí y nos quedaremos en San Francisco. La Compañía nació y se desarrolló como una empresa del interior del interior y no cambiará de radicación Casa Central, al menos por la presente generación. Le doy mi palabra. Y eso tiene mucho valor”.
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