"Lo que se discute en el mundo, acá es una certeza. La emisión monetaria traerá inflación y antes o después un salto del tipo de cambio oficial", resume Kutkowski.
En Argentina, de los 12 millones de personas ocupadas, 7 millones tienen problemas de empleo (están en empleos informales o buscan trabajar más cantidad de horas): esta población va a necesitar subsistir con fondos públicos. Sin embargo, en el estado sólo puede aumentar el gasto con emisión monetaria.
Desde octubre (que empezaron las restricciones cambiarias) hasta hoy, la base monetaria pasó de crecer 0% YoY a crecer 59% YoY (año contra año). Y antes de septiembre la emisión podría estar creciendo en torno al 130% YoY, porque:
- Esperamos que aumente el déficit primario por estos nuevos planes y subsidios por coronavirus, por aproximadamente $ 500.000 millones.
- Además, se emitirá por el déficit primario original para los próximos meses (por aproximadamente $ 100.000 millones).
- Y probablemente se seguirá emitiendo para pagar deuda en pesos que vence y no se refinancia (por aproximadamente $ 400.000 millones). De hecho, en los últimos 6 meses el 60% de la emisión fue para pagar deuda no refinanciada.
En el mediano plazo, ya sabemos que la emisión monetaria termina derivando en un salto del tipo de cambio mayorista. Y luego, cada salto del tipo de cambio mayorista termina derivando en un nuevo salto inflacionario, amplia el analista.
Aunque el gobierno no tiene un presupuesto formal aprobado, distintas medidas y declaraciones habían consolidado la idea de buscar un IPC del orden del 40% para 2020, algo que ya era inconsistente con el nivel de emisión previo a la pandemia y que parece imposible de imaginar con los nuevos requerimientos que demandará el Tesoro.