“En los próximos 5 años la economía del conocimiento puede ser la segunda del país” (Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon)

(Por Soledad Huespe) Galeazzi lidera desde hace años el objetivo de posicionar a Argentina en el mercado global como un proveedor de servicios de alto valor agregado. Hoy, el país exporta US$ 7.800 millones anuales y es la tercera economía, pero la pandemia la aceleró y el crecimiento, por ahora, no ve el techo. Argencon celebró sus 10 años en Córdoba y nosotros nos tomamos un café con Luis Galeazzi, director ejecutivo de la entidad del país que nuclea a empresas prestadoras de servicios de todos los verticales de la economía del conocimiento.

 

InfoNegocios: En estos primeros 10 años de Argencon, ¿qué balance hace de la entidad y del sector?

Luis Galeazzi: Hace 10 años el concepto de economía del conocimiento no existía, nadie hablaba del tema, era una economía absolutamente escondida e invisible para el conjunto de la sociedad, con algunas empresas pioneras que empezaban a hacer ruido… Imagínate Globant o Mercado Libre que empezaban a crecer y que pasaban de ser empresas medianas a grandes e internacionalizándose.

IN: Ese fue el momento en que Argencon se constituyó, cuando vio la dimensión que empezaban a tomar estas empresas que se convirtieron en unicornios…

LG: Exacto, fue un movimiento de algunos de los líderes de empresas que dijeron “qué está pasando”, “quiénes somos”, “cuántos somos”, “cuánto vale esto”. Y ese primer agrupamiento -que fue muy de contactos interpersonales- terminó en el año 2013 en la constitución de Argencon como una asociación de empresas de la economía del conocimiento. A partir de ahí empezó a haber una tarea más orgánica, más planificada, de cómo hacer para que esto se entienda, primero, que lo entienda el mundo político que de esto sabía muy poco, que lo entienda el mundo universitario, lo entienda la sociedad entera y lo entiendan los propios empresarios, porque había muy poca información respecto de lo que valía este sector.

IN: ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Fue la pandemia la que aceleró la industria? ¿O era una industria que naturalmente tenía ese destino?

LG: Fue un sector que rápidamente empezó a dar sorpresas: era un sector de altísima generación de empleo, exportador… y llegó la pandemia. La pandemia no hizo más que acelerar todo el proceso, exponenció todo lo que se venía dando, con lo cual Argencon, que ya veníamos con una idea de trabajar en un programa federal, después de la pandemia dijimos “es la oportunidad para hacerlo”. Porque con el cambio al teletrabajo y a la difusión de las redes virtuales del trabajo, la dispersión del trabajo en toda la geografía se hizo muy clara. Entonces se salió del modelo de que había que ir presencialmente a las empresas, a las grandes ciudades a hacer este trabajo, a hacer un trabajo en red. Y eso le dio una vuelta: renació un nuevo concepto, un paradigma de qué es la economía del conocimiento. De 13 socios originales empezamos a sumar otros y hoy somos 47 socios con una idea de que esto siga creciendo porque realmente este tiene cada vez más valor. 

IN: ¿Cuánto cuesta la economía del conocimiento? ¿Cuánto vale hoy? 

LG: Hoy exporta US$ 7.800 millones (son los números del año pasado). Pero eso es la exportación formal: hay una gran cantidad de freelancers que trabajan para afuera sin ningún registro. Con lo cual ahí hay un valor que puede ser de US$ 2.000 millones de exportaciones que quedan en lo oscuro. Pero el potencial de crecimiento es muchísimo más.

IN: ¿Cómo está parada Argentina en el mundo?

LG: Argentina está muy reconocida por calidad. Es nuestra marca en el mundo. Tenemos muchísimos profesionales argentinos que han emigrado que lideran empresas en todo el mundo y ahí tenemos un potencial de expansión que todavía no conocemos. Este es un sector que crece a saltos del 20% anual y nosotros estamos creciendo en esa bola. Pero todavía es casi inexplorado del potencial final que tiene esto.

IN: Uno de los principales déficit del sector es la poca disponibilidad de talentos, ¿cómo se soluciona ese problema?

LG: Se soluciona con educación, pero no solo con educación formal, sino que hay muchos canales de capacitación que se están dando en el sistema educativo no formal que ayudan mucho a generar profesionales. Nosotros el 28 de abril vamos a hacer un evento en Mendoza específicamente dedicado a formación del talento, donde vamos a mostrar la cantidad de cosas que se están haciendo en Argentina en el nivel educativo secundario, terciario, universitario, formal, informal, para seguir generando base de talento. 

IN: ¿Dónde va a estar la industria en los próximos 5 años? Si hoy son US$ 7.800 millones, ¿cuánto se exportará en 2028?

LG: Hoy Polonia exporta 35.000 millones de dólares, 5 veces más que nosotros. Nosotros podemos estar perfectamente exportando ese valor en 5 años. 

IN: ¿Y que la economía del conocimiento se convierta en la segunda del país?

LG: Que vamos a ser el segundo sector no tengo ninguna duda. Hasta dónde vamos a llegar no lo sé, no hay una respuesta.

A quién apunta ahora Holcim con Tensolite (la empresa que ya tiene más del 60% del mercado nacional en su categoría)

(Por Soledad Huespe) Tensolite es una empresa que nació en Tucumán hace 45 años y que fue adquirida recientemente por la cementera Holcim. Fabrican, fundamentalmente, viguetas, bloques de hormigón y tejas. Distribuyen en todo el país y lideran algunas categorías. Mano a mano con Rodolfo Di Bacco, gerente de Tensolite (y nieto del fundador de la empresa tucumana).

CAEM conmemoró el Día de la Minería en Córdoba (por qué aquí) y nos puso al día: en qué anda el oro, el litio y el cobre (el gigante dormido)

350 empresarios de la minería convergieron en Córdoba para celebrar su día. ¿Por qué Córdoba? Porque aquí (junto a Buenos Aires) se produce buena parte de la minería no metalífera que aporta unos US$ 4.000 millones en productos al mercado interno que -caso contrario- deberían importarse. En qué anda el litio, el oro y el cobre.

Qué pasaría si las empresas pagaran el salario Bruto (y fuera el Estado el responsable de cobrarle al trabajador las cargas)

No es lo mismo salario Bruto que Neto, claro. Y eso los trabajadores lo saben bien. Una empresa paga, por cada empleado, el 16% de su salario bruto en jubilación, 2% de PAMI (ley 19.032),  un 6% más correspondiente a obra social y un porcentaje más de ART que varía de acuerdo a cada aseguradora. En total, entre las distintas cargas, casi un 30% (o más) del salario pasa directamente a manos del Estado. Qué pasaría si a ese monto lo transfirieran directamente los empleados. Claudio Zuchovicki, responde.