Durante el acto, se realizó la tradicional invocación religiosa, seguida de la entrega de pañuelos, una insignia que portan los futuros pilotos, poder lucirlo implica esfuerzo, estudio y horas de vuelo en una aeronave guerrera a la que deben dominar. Cabe destacar, que entre los egresados se encontraban 27 cadetes, 2 de las cuales son mujeres, una de ellas de intercambio de la Fuerza Aérea de Senegal.
Además, se realizó la entrega oficial de los distintivos, donde el instructor que los acompañó en todo el proceso les da una vuelta de pañuelo al cuello del joven piloto, para luego colocar el escudo del escuadrón en una de las mangas del buzo de vuelo.
A su vez, los pilotos firmaron el Libro de Oro, acto simbólico que refleja la inclusión en la historia y la tradición del Escuadrón Aéreo. Se trata de un registro histórico que contiene las firmas y detalles de los pilotos que han alcanzado este hito significativo. Al agregar su firma al Libro, el piloto se convierte en parte de la herencia y la comunidad de pilotos que han venido antes que él.
Este acto simboliza el compromiso con los valores y la excelencia de la unidad, así como la continuidad de la tradición de volar y servir en esa unidad.
Estuvieron presentes en la ceremonia veteranos de la Guerra de Malvinas y autoridades de la Fuerza Aérea.
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