La pasión por elaborar helados corre por las venas de la familia Gigena. En 2002 no solo decidieron continuar con ese legado sino que se animaron a algo que para la época era novedoso: abrir una heladería-cafetería (en ese entonces los locales de la categoría solo ofrecían helados).
Así abrieron su icónica sucursal en Estrada y Buenos Aires (en Nueva Córdoba). Un par de años después incursionaron en la pastelería y lanzaron su propia línea de productos.
En 2010 estrenaron el modelo de franquicias con el local de Barrio Jardín. Actualmente, cuentan con 5 locales (tres propios) en: Nueva Córdoba, Barrio Jardín, Cerro de las Rosas y Barrio General Paz. Desde sus dos plantas de producción abastecen a todos los puntos.
Pese a los vaivenes del país, “Los productos nunca cambiaron su calidad y creo que ese es el fuerte de la marca. Para nosotros es lo más importante. Nunca bajamos la calidad para ajustar los números, preferimos ajustar otras cosas pero no eso”, comenta Romina Gigena que junto a su hermano Agustin acompañan a Agustin (padre) en la conducción de Caseratto.
Sin embargo, hay algo que sí están cambiando y es la ambientación de las heladerías. Con una tendencia más fresca, con colores claros y cálidos. Con este “refresh” buscan acercarse a un público más joven. Y precisamente ayer estrenaron la nueva estética en la sucursal de Barrio General Paz.
En esa línea también renovaron su carta. Su oferta gastronómica complementa la lista de sabores de cremas heladas. En cualquier Caseratto uno puede disfrutar también de sándwiches gourmet, tartas, ensaladas y diferentes opciones para desayunos, almuerzo y meriendas.
¿Su sabor estrella? El Ferrero Rocher (compran la materia prima directamente al proveedor italiano que elabora el bombón).
Inversión
Si estás buscando un negocio, la inversión para abrir una heladería-café de Caseratto arranca en los $ 6 millones e incluye el fee de ingreso, el local llave en mano y la carga inicial de productos.
“Nos gustaría ir a otras provincias y al interior de Córdoba para que conozcan nuestros helados”, concluye Gigena.
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