La propuesta, inicialmente orientada a la concientización de partidos políticos durante las campañas electorales, se hizo efectiva en este caso por tratarse específicamente de un edificio de alto valor cultural, inscripto como Patrimonio de la Humanidad por Unesco desde el año 2000.
Es la segunda vez que la Municipalidad de Córdoba actúa frente al deterioro que suponen estos actos para el conjunto arquitectónico que se trata de preservar. Anteriormente, en 2015 el municipio había sorteado una situación similar atendiendo a la necesidad de mantener en condiciones la imagen del muro del legado jesuítico.
En tal sentido, el municipio intenta sensibilizar a los vecinos de la ciudad hacia el cuidado y la preservación de los bienes culturales, públicos y patrimoniales que hacen a nuestra casa social.
Puesta en valor visual
Por otra parte, próximamente será pintado un segundo mural en el puente del viaducto Palestina, lugar donde hace unos días Hora French, un referente cordobés de Arte Callejero pintó una obra gracias a la misma iniciativa municipal #LaCasaNoSeMancha.
En este caso, para valorizar ambos muros, la artista Lu Yorlando tendrá a su cargo el segundo mural que, como en el caso de los anteriores, se cambia polución por valor visual.
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