Las primeras versiones de Bronco (1966-73) tuvieron su antecedente en la posguerra y en la necesidad de las personas de tener un vehículo todoterreno pero que, a su vez, fuera cómodo, espacioso y versátil para realizar distintas actividades: desde un paseo en familia hasta un trabajo en el campo.
El Ford Bronco se presentó formalmente en 1965. El desarrollo previo incluyó un estudio realizado por la compañía entre clientes y usuarios de la marca Jeep, para entender cuáles eran sus preferencias. Las encuestas demostraron que los vehículos de ese entonces resultaban “ruidosos” y “poco confortables”. Este relevamiento llegó al área de planeamiento de Ford, el cual, una semana después creó el proyecto de fabricar un vehículo que pueda atravesar cualquier terreno (Goes Over Any Terrain, según su denominación en inglés).
La idea pasó por múltiples revisiones y transformaciones hasta que en 1965 se presentaron oficialmente los primeros tres modelos: Roadster (sin techo), Sports Utility (Utilitario deportivo) con Wagon (dos puertas, cola larga y techo completo); este último fue el modelo más popular. Pero lo que destacó a esta generación por sobre otros modelos disponibles en el mercado en ese momento fue la posibilidad de “customización” casi infinita de los vehículos.
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