La consultora Dinka, fundada y dirigida por la ingeniera Sandra Felsenstein, está integrada por un equipo interdisciplinario de 11 mujeres (la mayoría con base técnica y especializadas en ramas más blandas como innovación, creatividad, marketing, coaching, recursos humanos). Hace más de 10 años desarrollan una metodología para convertir ideas en negocios viables, rentables y escalables.
“Nos contactó la revista Ohlalá para que le desarrollemos el Método Maker; lo que hicimos fue tomar nuestras técnicas y experiencias de años de trabajo en la consultora y moldearlas de acuerdo al estilo y target de esa publicación (que es mayoritariamente femenina) y de ahí se delinearon 5 pasos”, explica Felsenstein.
El método fue concebido siguiendo el requerimiento de que no sea solo aplicable a emprendimientos rentables sino a cualquier cosa que se quiera llevar adelante. El hecho es hacer, por eso no es demasiado técnico.
“Lo armamos pensando en las mujeres (por las lectoras) pero lo pueden aplicar también los hombres; sin embargo creo que hay algunos pasos que son más fáciles de ejecutar según el género. Por ejemplo, las mujeres se sienten más cómodas (en líneas generales) en la búsqueda del propósito y los hombres están más familiarizados con áreas comerciales”, comenta la directora de Dinka.
El método no solo sirve para empezar un proyecto sino también para uno que ya está en marcha.
Conectate con Vos
Insta a mirarse diferente (cambiar la perspectiva que se tiene sobre uno) y a revisar qué etiquetas tenemos (para desechar las que no sirven). La clave es confiar en uno mismo cuando se va abordar un proyecto, cualquiera que sea la índole.
Encontrá tu propósito
Es buscar (y hallar) el real para qué hacemos lo que hacemos y actuar en consecuencia. “Es muy fácil que el norte se vaya desdibujando pero considero que para que un proyecto sea exitoso tiene que estar alineado con ese propósito (que a veces no es tan fácil de descubrir pero que es importante que lo descubramos)”, sostiene Felsenstein que desde su consultora ayuda a los clientes haciendo hincapié en la introspección, el autoconocimiento y el saber distinguir el por qué del para qué.
Aprendé a aprender
El paradigma en el cual los estudios formales tenían preponderancia se va modificando y la realidad demuestra que es fundamental estar aprendiendo constantemente, ser observadores, permeables, aceptar las críticas, rodearse de gente diferente y tener la dinámica de adquirir nuevas herramientas permanentemente; de lo contrario cualquier emprendimiento queda obsoleto rápidamente (porque las tecnologías y el público van cambiando).
“En la actualidad se emprende de manera ágil: arranco, me equivoco, corrijo y sigo en el mercado”, analiza la experta, quien propone dentro de este paso algunas claves tales como: generar ambientes estimulantes, monitorear el propio conocimiento y hacerse tiempo para gestionar el aprendizaje.
Creá sin límites
Se trata de tener siempre las ganas (y la apertura mental) para hacer las cosas de manera diferente, creando nuevas soluciones. En este punto, el método propone un ejercicio llamado creativómetro (para medir cuán creativo está uno) y unos tips para ser cada vez más creativo e innovador.
Activá tu plan
El último paso es ir de la idea a la acción. Para ello hay que optimizar el tiempo, estructurar un plan de negocios y poner objetivos smart (específicos, mensurables, alcanzables, orientados a resultados y en un tiempo determinado).
El Método Maker fue publicado en formato bookazine (libro de 120 páginas) con 5 capítulos (cada uno aborda un paso). Es parte de una colección que la revista Ohlalá lanzó para su comunidad de emprendedoras.
Salió al mercado en agosto de 2020 (tirada de 30.000 ejemplares) y se comercializó en kioscos de diarios (todavía hay algunos disponibles).
“Hemos tenido mucha repercusión y feedback positivo: sabemos de mujeres que encaminaron su proyecto (redefinieron el enfoque y optimizaron tiempos), muchas que definieron qué hacer (tenían la idea de emprender pero no encontraban qué) y otras que pudieron reinventarse en la pandemia, transformando el obstáculo en oportunidad”, cierra Felsenstein.
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