El escándalo de la financiera CBI Cordubensis que destapó InfoNegocios arrancó la semana con novedades.
Las acusaciones del financista Eduardo Rodrigo - que hizo públicas este medio el viernes pasado – sobre la participación de un “testaferro” del empresario Euclides Bugliotti que habría sacado de CBI $40 millones en cheques en un año fueron desmentidas por Javier Guevara –señalado por Rodrigo y Suau como el presunto testaferro- a través de un escrito presentado ayer a la justicia federal.
InfoNegocios intentó hablar con él y con su abogado y ambos se remitieron a la presentación. “Todo lo que puedo decir es que mi cliente está tranquilo porque no ha cometido ningún delito”, explicó el Dr. Ignacio Dottori.
A continuación, los párrafos más salientes de la presentación dirigida al juez de la causa:
“Me presento en razón de: 1) haber sido allanado por Vtra. Orden mi local comercial –Guevara Outdoors- sito en el Centro Comercial Dinosaurio Mall Alto Verde” 2) haber sido (y ser todavía) vecino comercial de CBI Cordubensis, 3) haber sido cliente por cuenta y orden de terceros en su operatoria financiera, 4) ser usuario de una caja de seguridad, 5) de figurar en la presunta carta atribuida al Sr. Suau (…) en donde se me atribuye una inexistente condición de testaferro del Sr. Euclides Bugliotti, lo que es absolutamente falso”.
“He accedido al contenido de la carta atribuida al Sr. Suau por ser de público conocimiento (vgr. se puede consultar en el diario InfoNegocios de fecha 05-03-14) (…) Al respecto quiero señalar que en ella, por encima de la falsa referencia a que yo sería ‘testaferro’ del Sr. Bugliotti (…) estoy definido como un simple ‘cliente por cuenta y orden de terceros’ en CBI, sin adjudicárseme ninguna otra vinculación con la titularidad de la misma (…) cargo o función”.
En la primera parte de la presentación, el contador Javier Guevara –quien trabaja en el área de Impuestos del Grupo Dinosaurio desde el 2000 y cobra como empleado fuera de convenio- explica las razones de la misma y niega rotundamente ser testaferro de Tati Bugliotti.
“El abrupto retiro de fondos que se me adjudica y que –según estas fuentes (NdR: los medios de prensa) habrían ocasionado la ‘caída’ de CBI, de haber existido en las cifras que se difunden (que no son ciertas) solo habría sido el ejercicio legítimo del derecho (…) para recuperar su crédito, evitando de ese modo ser perjudicado en los intereses de sus mandantes”.
El contador niega haber retirado los $40 millones que dice Rodrigo –y que sostiene Suau en su carta- descalzaron las operaciones en CBI. Sin embargo, en ningún párrafo del escrito brinda detalle de los montos obtenidos por el descuento de cheques.
“Como cliente de CBI, gestioné a título personal, la monetización de cheques por cuenta y orden de terceros, en base a contratos para la tarea encomendada. En tal sentido, se hace presente que las operaciones consistían en la entrega al suscripto de cheques con fecha de pago al día, librados/emitidos por la Obra Social de Empleados de Comercio y Actividades Civiles (Osecac) (…) a favor de entidades que nuclean a prestadores de servicios médicos en el interior de Argentina”.
Guevara admite que era un intermediario que realizaba operaciones financieras (descuento de cheques) en CBI y también confirma la versión de Rodrigo, de que esos valores pertenecían a la obra social de los empleados de comercio. El secretario general de ese gremio dijo días atrás desconocer esas operaciones argumentando que los fondos son manejados desde Buenos Aires.
“Que la monetización versaba sobre la entrega de tales cheques en CBI Cordubensis, la cual una vez acreditados los mismos, procedía a entregar los fondos resultantes al suscripto, y acto seguido el suscripto entregaba esos fondos a sus comitentes. Por tal gestión el suscripto percibía de sus comitentes una retribución por cada operación”.
“Que en todos los casos el plazo de pago de cada operación (…) se pactaba con el Sr. Eduardo Rodrigo, quien en la práctica se desenvolvía como la autoridad máxima de CBI Cordubensis, con poder de decisión, desconociendo a las personas que según los diarios eran dueños. En todos los casos el producido de la monetización se entregaba siempre en efectivo y en el domicilio de CBI Cordubensis”
Guevara explica detalles de las operaciones que realizaba en la financiera del Dino de Rodríguez del Busto. Asegura que sólo trató con Rodrigo y lo pinta como amo y señor de CBI –despegando a los otros nombres que danzan como supuestos “socios” de la financiera.
“Que la última operación por la cual se entregaron cheques para su monetización se realizó (…) a mediados del mes de agosto de 2013. Sin embargo, como el suscripto advirtió que CBI Cordubensis demoraba en la entrega de los fondos correspondientes a esa operación, se tomó la decisión de discontinuar con la monetización en cuestión, dado que se advertía una posible dificultad en la entrega de los fondos”.
El especialista impositivo cuenta que el último cheque que cambió en la financiera fue en agosto pasado y que fue él quien advirtió (a quienes contrataban sus servicios) que la financiera de Suau y Rodrigo estaban demorando los pagos y que lo más conveniente era hacer esas operaciones en otro lugar.
El último párrafo de la presentación lo dedica a despegar al Tati y su empresa de los descuentos de cheques que realizaba, por lo que se infiere, de manera habitual.
“(…)Tales operaciones de monetización de valores fueron efectuadas a título personal, pero actuando por cuenta y orden de terceros, sin que Dinosaurio S.A., ni el Sr. Euclides Bartolomé Bugliotti tuvieran participación ni conocimiento de las mismas, ya que resultaban totalmente ajenas al desempeño de mis tareas como trabajador en relación de dependencia de Dinosaurio S.A.”.
Las fotos de la polémica
Una caliente noche de diciembre de 2001 la revista Punto a Punto, dirigida por entonces por Iñigo Biain, consagraba a Fulvio Pagani (h) como el Empresario del Año. Luego de que él y otros ternados recibieran sus premios, la fiesta comenzó en el salón principal del Hotel Holliday Inn.
Allí, la lente de Fino Pizarro captó imágenes (hoy más que nunca) memorables de algunos de los asistentes y de la buena onda y diversión que reinó aquella noche, que se extendió hasta la madrugada.
“Recuerdo que cuando empezó el baile empezaron a entregar el cotillón, algo habitual en las fiestas de El Empresario… y yo estaba arriba del escenario, en ese momento veo al Tati (Bugliotti) con Bustos Fierro y les grito; ellos miran la cámara y disparé”, recuerda el legendario Fino Pizarro.
El fiscal de la causa CBI, Enrique Senestrari, pidió el apartamiento del juez federal Bustos Fierro “La foto es elocuente y provoca la necesidad de recusar al juez para que analice si no lo pone en sospecha. Que su actuación sea transparente”, señaló ayer a Cadena 3.
Otras de las capturas de esa noche te las mostramos en la galería: Íñigo Biain con una vincha de indio, el periodista Juan Turello con peluca y el por entonces gerente zonal del Banco Galicia danzando con una exuberante morena son algunas de las imágenes de esa fiesta. Que para muchos es recuerdo, y que, para otros, es puro presente.
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