Hace ya algunos años la head hunter Alicia Peirano de Barbieri me enseñó que las empresas deben identificar y entender a los integrantes de cada generación (Tradicionalistas, Baby Boomers, Generación X, Generación Y) para poder retener los talentos, que en muchos casos ya son el principal capital de una empresa (ver tipos aquí descriptivos aquí).
Esta semana el periodista Joel Stein disparó desde la tapa de Time: "Estoy a punto de hacer lo que la gente vieja ha hecho a través de la historia: decir que los más jóvenes que yo son egoístas, perezosos y superficiales... ¡Pero yo tengo estudios! ¡Yo tengo estadísticas! ¡Tengo citas de académicos respetables! A diferencia de mis padres, mis abuelos y mis bisabuelos, yo tengo pruebas".
Más allá del artículo y las diferentes realidades (y las obvias semejanzas) entre las Generación Y en EE.UU. y Argentina, Alicia Peirano de Barbieri nos deja un consejo: "los integrantes de la Generación Y buscan un coach o un mentor dentro de las organizaciones. Si alguien toma el rol de 'padre' en la empresa, puede sacar lo mejor de ellos”.
¿Cómo lidiar con la Generación Yo, Yo, Yo?
Nacieron después de 1980 y están tomando “peso” en las empresas. Son abiertos: respetan la diversidad, no discriminan a gays, gordos o peli-raros. “Todo bien” con ellos: son flexibles, pero quieren todo ya y les aburren las reuniones (“mandame un mail”, es su frase latiguillo). Aprenden haciendo y a las 5 de la tarde toman sus petates y desaparecen hasta el otro día. Se exhiben en Facebook y pueden andar descalzos antes que sin celular. No resignan nada por el trabajo y a todos les gustaría trabajar en Google. Parecen con bajo compromiso pero... ¿es tan así? Cómo lidiar con la Generación Y que esta semana fue tapa de Time como “egoístas y narcisista” en nota completa.
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