El protocolo que regula a la actividad de los natatorios durante la pandemia tiene tantos días como la cuarentena. Es que los empresarios del sector trabajaron desde el día uno en las medidas que deberán respetar para que sus clientes puedan volver a nadar.
Dentro de la pileta no se corren riesgos ya que el agua clorada evita la transmisión del virus. Pero sí se deben tomar precauciones fuera del agua. Por eso entre otras medidas los natatorios deberán restringir la cantidad de personas, por ejemplo: en una pileta reglamentaria (de 25 m por 12,50 m) podrán nadar simultáneamente 25 personas (4 por andarivel). Además, fuera del agua exigirán respetar el “distanciamiento sanitario”, el uso de barbijo y alcohol en gel.
Ya se habilitaron actividades deportivas como el tenis y el padel single. “La nuestra será la próxima”, explicó Esteban Basnec, presidente de la Cámara Cordobesa de Natatorio y gerente de Deporbas. Según le comunicó el titular de la Agencia Córdoba Deportes, Héctor “Pichi” Campana a Basnec el protocolo ya fue aprobado. Solo están esperando que entreguen el documento final para acondicionar las piscinas. Si eso sucede en estos días, abrirían las puertas el 15 de junio aproximadamente.
La Cámara nuclea a 15 socios pero el protocolo será distribuido en todos los natatorios de la ciudad. En total hay unos 46 pero Basnec señaló a este medio que al menos 3 ya cerraron definitivamente.
-¿Cómo hicieron para subsistir? -Preguntamos
-En mi caso, todos nuestros empleados en blanco tuvieron la ayuda del gobierno. Esta mirada de que porque sos empresario tenés una fortuna, no es así. Las facturas de gas y luz no se han pagado y hemos podidos negociar los alquileres. El tema más difícil es lo que viene”, señaló Basnec, como gerente de Deporbas.
El empresario comentó que para abrir la pileta necesitará $ 300.000 porque el agua la mantiene a 16 grados y deberán llevarla a 32 grados.
Deporbas tiene 5 piscinas: dos en barrio Jardín, una en barrio General Paz, una en San Martín y otra en Colonia Caroya. Por el momento solo abriría uno de los centros de barrio Jardín.
Los medidas que deberán tomar por la pandemia tendrán un daño colateral: un aumento en la tarifa de los servicios para que puedan cubrir los gastos. Los aranceles rondaban entre los $ 1.500 y $ 2.500 pero se incrementarán en un 40%. “Nuestra capacidad es del 25%, antes teníamos 70 personas por hora y ahora vamos a tener 25”, concluye.
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