Un arreglo entre bancos privados y fondos buitre –sea a través de una fianza o la recompra de los bonos que están en manos de los fondos de cobertura– parece ser hoy la única manera salida al conflicto.
Eso es lo que dio a entender ayer el ministro Axel Kicillof durante una extensa conferencia de prensa en la que además de las críticas a Griesa (y el mediador Pollack) dio detalles de por qué se cayó la negociación entre bancos y holdouts que parecía estar cerrada el miércoles.
“Algunos bancos estimaron que su patrimonio caería tanto si se llegaba a determinada situación y por eso buscaron un acuerdo. Es evidente que hay incentivos para hacerlo y el Gobierno no se opone a ello”, dijo, pero subrayó: “ser generoso con la plata de otro es malo”.
Y puntualizó que el mismo miércoles “me desayuno que los bancos iban a poner plata que estaba en Sedasa (una S.A. creada en 1995 y conformada con fondos de los depósitos); de ser así, no hay generosidad alguna”.
El “palito” fue para Jorge Brito, titular del Banco Macro y de Adeba (la Cámara de Bancos Nacionales), organizador de la “vaquita” para la fianza o la recompra de bonos de holdouts.
Ayer, Juan Curutchet, vicepresidente del Banco Ciudad, entidad que integra Adeba, detalló la frustrada negociación. En diálogo con el canal TN, esto dijo:
- “La idea inicial no era recomprar la deuda, sino armar un fondo la garantía.”
- “Me parece inverosímil que Kicillof no conociera esto cuando se inició la negociación el martes. Pareciera que no lo entusiasmó y cuando vio que iban a entrar bancos internacionales pidió comprar toda la deuda.”
- “En este momento lo de Adeba está caído, pero si está abierta la posibilidad, como dijo Kicillof, podremos retomar las negociaciones. Veo difícil que los bancos internacionales se animen a comprar la deuda sin un guiño político.”
- “Los bancos (de Adeba) no íbamos a pedir lo mismo que a los buitres.”
- “Pareció haber una bajada de línea de la Presidencia de que no era conveniente acordar. Me da la impresión que a Cristina Kirchner este relato le rinde fruto en el corto plazo.”
Kicillof insistió en que no hay default, retó a Brito y dejó abierta chance para acuerdo privado
En la novela por los buitres, el ministro volvió a negar la existencia de un default –“es una pavada atómica”, dijo – y a cargar contra el juez Griesa y el mediador Pollack. Sacudió a banqueros locales que querían acordar con los holdouts usando fondos de garantía de depósito (Sedesa) pero no se opuso a un acuerdo: "si los bancos quieren poner plata, pero de la suya".
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