SimCafé Racer es la nueva sensación que acaba de abrir recientemente en la zona norte de la ciudad. Un nuevo concepto ideado por Sebastían Barinaga (al volante de Lideroil) y su hijo Ramiro, buscando proveer un espacio donde los amantes del automovilismo puedan sentirse pilotos y a la vez disfrutar de buena comida.
Como los pits en una carrera de Fórmula 1, así fue la velocidad en la que esta idea pasó a materializarse, con tan solo un mes y medio para la compra de los simuladores, la logística del mobiliario y todo el papelerío para habilitar el local. Así, el 19 de febrero SimCafé Racer abrió sus puertas en Av. Recta Martinolli 5193 y con casi un mes de vida el éxito fue instantáneo. “La idea nace cuando una estación a la que proveíamos combustible cierra y queríamos armar algo con el mobiliario”, cuenta Ramiro.
Simuladores hechos con amor
Todos los simuladores son hechos a la medida, con butacas para la F1 provistas por CMF y Larux, como los encargados de armar las PC gamer y diseñar todo el sistema de movimientos realistas que hacen que estos simuladores de carreras estén a otro nivel, donde todo entusiasta de los motores puede darse el lujo de conducir en la máxima categoría del automovilismo o medirse en los complejos circuitos de rally mediante los juegos F1 2024 y Dirt Rally 2.0.
Actualmente SimCafé Racer cuenta con 4 simuladores, dos de F1 y dos de Rally, con turnos por orden de llegada en dos formatos: 5 minutos a $ 2.000 y 15 minutos a $ 5.000. Cabe mencionar que dentro de esos 15 minutos se puede alternar entre ambos tipos de simuladores para vivir la experiencia completa.
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“Los fines de semana a la tarde está siempre lleno, las demoras son de hasta 2 hs y cada semana anda mejor y creemos que va a venir mucha más gente”, sostiene Ramiro.
Además, cuenta con un minishop de buzos, remeras y gorras de equipos de Fórmula 1 para llevar, con remeras que van desde los $ 15.000.
Y la comida no se queda atrás
Toda la carta de SimCafé Racer es de la casa y con receta propia, desde la mermelada hasta las pizzas y lomitos que cautivan a los hambrientos amantes de las cuatro ruedas que llegan a la meca de los simuladores en La Docta. “El flan es casero, la pizza es casera, la mermelada es casera, nada es comprado acá”, asegura Sebastián.
De este modo, SimCafé Racer arranca no solo en la búsqueda del podio de bares para el ocio y el entrenamiento en las carreras, sino en mostrarle al mundo que el maridaje entre los fierros y la gastronomía existe y puede hacerse con amor y pasión.
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