El Gobierno no pagará la semana próxima vencimientos por u$s 581 millones en concepto de intereses de cuatro bonos y tampoco cumplirá con u$s 363 millones de otros cinco bonos en la primera quincena de julio. Suman, en conjunto, u$s 944 millones que quedarán impagos.
En cambio, se jugará a todo o nada a cerrar la reestructuración de la deuda el viernes 24 de julio, cuatro días antes de que culmine el período de gracia para cumplir con el bono a 100 años que la Argentina emitió el 28 de junio de 2017.
En la última semana de junio se omitirán pagar u$s 98 millones del Bono Internacional de la República Argentina en Dólares (BIRAD) 2117, que diseñó el ex ministro de Finanzas, Luis Caputo como una prueba de la confianza de los mercados internacionales al cambio que había hecho el país.
Tampoco se abonarán u$s 230 millones por el Discount en dólares ni el equivalente a u$s 251 millones por el mismo instrumento en euros y los u$s 2 millones en yenes japoneses. Estos títulos fueron colocados a los bonistas que entraron en el canje de 2005 y 2010 y tienen mejores cláusulas legales, cuyos tenedores pretenden preservar tras esta reestructuración.
Es por esto que la del 24 de julio asoma, ahora sí, como la fecha definitiva para el cierre de tres meses de negociaciones.
Argentina ya tiene en default tres bonos Global desde el 22 de mayo y sumar cuatro series más a la cesación de pagos agregaría elementos para que los acreedores puedan pedir la aceleración de la deuda en los juzgados de Nueva York, Estados Unidos.
La prolongación del canje para un nuevo período de Invitación -el sexto desde que se presentó la oferta, a fines de abril- fue formalizada el sábado en una edición especial del Boletín Oficial, con la Resolución 289/2020 del Ministerio de Economía.
Horas antes, el viernes a la noche, un comunicado conjunto de los comités Ad Hoc Bondholder Group (que agrupa a Blackrock, Fidelity y Ashmore, los fondos más duros, que tienen en sus manos buena parte de la deuda que tomó la Argentina entre 2016 y 2018) y Exchange Bondholder Group (en el que están Monarch, VR, Cyrus y HBK, entre otros, y tienen los bonos del último canje, durante el kirchnerismo), dejó abierta la puerta a continuar con la negociación.
Pese a señalar que Argentina fue el que se retiró de la mesa, se mostraron dispuestos a "participar de forma constructiva" para alcanzar un acuerdo mutuo.
Esto grupos piden un Valor Presente Neto (VPN) cercano a los u$s 56 en promedio por cada lámina de 100 dólares y la indenture (letra chica) de 2005, con porcentajes más altos para las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) o anti-buitre.
Se trata de algo innegociable para la Argentina: el ministro de Economía, Martín Guzmán, mantendrá los términos legales para los acreedores con tenencias que ya fueron una vez reestructuradas en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner, pero no así para los que canjeen bonos emitidos durante la administración de Mauricio Macri.
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