En la primera licitación de deuda pública en pesos de agosto, la Secretaría de Finanzas obtuvo este martes unos $ 146.345 millones con siete instrumentos que se utilizaron para descomprimir el perfil de vencimientos en lo que resta del año y extender los plazos hasta 2022 y 2023.
La operación estuvo dirigida exclusivamente a inversores privados (fondos de inversión, bancos, compañías de seguros y tenedores minoristas).
De estos números, $ 102.266 millones se colocaron en letras y bonos que ajustan por inflación o la tasa Badlar privada, mientras que otros $ 44.079 millones (equivalentes a u$s 456 millones) fueron a los dos bonos dollar linked, que cubren a los inversores de una futura devaluación con títulos que pagan en pesos al tipo de cambio del dólar oficial.
Estos fondos no alcanzaron para renovar los $ 224.000 millones que caducan en los próximos días, pero en el Gobierno confían que perder un set no es perder el partido.
En las cercanías de la Plaza de Mayo creen que en las siguientes licitaciones (el miércoles 18 y el viernes 27 de agosto) podrán retornar a la senda del financiamiento positivo: refinanciar todos los vencimientos y conseguir fondos extra para cubrir una parte del déficit fiscal.
En lo que resta del mes solamente expiran unos $ 100.000 millones, que buscarán conquistar con un menú variado de títulos con plazos que podrían ser menores y tasas más acordes a las necesidades de los inversores.
En lo que va del año, el Ministerio de Economía emitió nueva deuda por $ 311.431 millones, a los fines de pagar el desequilibrio financiero del Tesoro; mientras que el Banco Central (BCRA) transfirió hasta el 29 de julio unos $ 510.000 millones entre Adelantos Transitorios y utilidades.
Así, el mix de financiamiento es de 37% en el mercado de capitales y 63% con emisión monetaria, porcentajes que irán cambiando a lo largo del mes. El objetivo de Martín Guzmán y su equipo es que el año culmine en 40% - 60% o con menos emisión de dinero aún.
Fuentes oficiales dejaron abierta la puerta para volver a emitir bonos que cubran a los inversores de los saltos en el dólar, que hoy representaron el 30% de la licitación.
El otro 54% se resguardó de la inflación con letras y bonos vinculados al Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) y el 16% restante apostó por tasa fija.
EL DETALLE
La reapertura de la letra que ajusta por CER y vence el 28 de febrero de 2022 -X28F2- atrajo $ 29.194 millones a una sobretasa de 2,61% anual por sobre la inflación.
El bono a tasa Badlar privada con un premio de 200 puntos básicos, que expira el 3 de abril del año que viene (AA22P), captó $ 15.967 millones, a una tasa nominal anual de 41,75%.
Asimismo, el bono dólar linked TV22D (29 de abril de 2022) atrapó $ 24.061 millones con un excedente de 0,27% anual y ya circularán u$s 1952 millones en total.
La Lecer X29L2 (29 de julio de 2022) sedujo $ 44.771 millones con una sobretasa de 2,85% por encima de la evolución de los precios.
El otro bono dollar linked (T2V2D), que caduca el 30 de noviembre del año próximo, captó $ 20.019 millones y tendrá en circulación desde ahora unos u$s 582 millones.
Por su lado, el bono TB23P vinculado a la tasa Badlar privada con un extra de 525 puntos básicos con vencimiento el 6 de febrero de 2023 atrajo $ 6955 millones (al 42,18% anual).
Y por último, el Boncer TX23 (25 de marzo de 2023) sedujo $ 5378 millones al 3,97% anual por sobre la inflación.
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