El Banco Central decidió mantener la tasa de referencia, la del centro del corredor de pases a 7 días, en el 40%. La decisión es la que esperaba el mercado ante la aceleración de precios del mes pasado –aunque la autoridad monetaria sostiene que ya hay indicios de que la inflación se está desacelerando en julio-.
Sin embargo, el comunicado de politica monetaria trajo ingredientes novedosos: por un lado, el Central confirmó que desde que Luis Caputo reemplazó a Federico Sturzenegger,el combate a la inflación dejó de hacerse exclusivamente a través de las tasas para incorporar también el monitoreo de los agregados monetarios. A ello apuntaron, según el comunicado, las decisiones de subir los encajes bancarios.
Además, la entidad anunció que la decisión de política monetaria empezará a tomarse una vez por mes, que a partir de agosto se hará por votación de los miembros del comité respectivo y que, como ocurre en otros bancos centrales, se publicará cómo voto cada uno de ellos.
Argumentos de tasa
“El BCRA mantendrá el actual sesgo contractivo de la política monetaria hasta que la trayectoria de la inflación, así como la inflación esperada, se alineen con la meta de diciembre 2019”, apuntó la entidad.
Es deuda a 19 meses. Tendrá denominación en dólares, pero paga en pesos y puede suscribirse en cualquiera de las dos monedas. Al vencimiento, pagará lo que resulte más alta entre una tasa del 4,5% en dólares o la tasa en pesos que surja de la licitación.
La aceleración de la inflación en junio, que “refleja los efectos directos e indirectos de la reciente inestabilidad cambiaria”. Según la entidad, “si bien las expectativas del mercado volvieron a elevarse en la última medición” del REM, “los últimos datos disponibles muestran una desaceleración de la inflación a partir de julio”.
El impacto de la sequia y la aceleración de la inflación en la actividad económica desde abril. Pese que la entidad espera que “la normalización de los mercados financieros y la recuperación de la producción agrícola” contribuyan gradualmente a una reactivación, reconoce también que la actividad “puede tardar algunos meses más en recuperar su anterior vigor”.
“El canal de crédito –añade el comunicado- sigue mostrando un crecimiento balanceado, aunque se han notado también los efectos de la reciente inestabilidad cambiaria (…) Para los próximos meses se espera un crecimiento de los créditos bancarios más moderado que en meses previos, también sosteniendo un acomodamiento a una menor demanda agregada”.
El texto destaca también el incremento de la recaudación fiscal en junio y “la perspectiva de cumplimiento de la meta fiscal que reduciría el déficit primario de 3,8% del PBI el año pasado a 2,7% este año, y 1,3% en 2019”.
El Consejo de Política Monetaria reconoce que hay riesgo de una inflación mayor a la esperada en caso de un traspaso de la suba del dólar a los precios minoristas mayor al previsto. Pero también sostiene que "la confirmación del sendero decreciente del gasto público, sumado al compromiso asumido por el BCRA de no financiar más al Tesoro y los esfuerzos que se están llevando a cabo para reducir el exceso de liquidez del sistema, debieran comenzar a colaborar en la contención inflacionaria".
Agregados monetarios
El comunicado de hoy recuerda ya se había informado que “las nuevas autoridades” del Central habían decidido introducir modificaciones de política monetaria.
Una de esas novedades es que el equipo de Caputo entiende que “en la transición hasta alcanzar tasas de inflación de un dígito, el esquema de metas de inflación con la tasa de interés como único instrumento (…) debe ser complementado por un seguimiento más atento a los agregados monetarios”.
Al respecto, el texto apunta que el M2 privado creció un 23,7% interanual, “por debajo de la inflación de los últimos 12 meses”, aunque también reconoce que “la base monetaria presenta un ritmo de crecimiento de 31,1% interanual”.
“Debe tenerse en cuenta que el mismo se ve incrementado por los cambios de los coeficientes y períodos de cómputos de los encajes definidos recientemente por el BCRA”, advierte y apunta que por eso empezaron a “monitorear una base monetaria amplia, que incluye todos los pasivos del BCRA con los bancos (pases netos, Leliq y Lebac en poder de bancos) y el bono 2020 del Tesoro Nacional, admitido para integrar parte de los encajes”.
“Esta base monetaria amplia –especifica el texto- presenta un crecimiento de 27,6% interanual, frente al máximo de 46,9% que había alcanzado en mayo del año pasado”.
También insiste en la intención de “ir reduciendo paulatinamente el stock de Lebac sin incrementar el circulante”.
Votación
El otro cambio fundamental es en cómo se decide la tasa de referencia. Hasta ahora, el Comité de Política Monetaria tenía carácter de órgano asesor: debatía y la decisión la adoptaba el presidente de la entidad, en general a partir del consenso de los integrantes del comité.
Ahora será un órgano resolutivo: la decisión de política monetaria se adoptará por votación de los miembros y esos votos se harán públicos en el comunicado (como hace, por ejemplo, la Reserva Federal de Estados Unidos, Fed).
En simultáneo, “se modifica la frecuencia de toma de decisión de política monetaria, pasando la misma a ser mensual”, en vez de quincenal. El argumento es que así las decisiones podrán “reflejar cierta persistencia consistente con una perspectiva precisa sobre de las tendencias de la inflación para los meses siguientes”. El próximo comunicado de política monetaria se emitirá el 7 de agosto (hasta esta tarde estaba previsto que fuera el 24 de julio).
La autoridad monetaria señaló sin embargo que “en situaciones de alta volatilidad como la actual, mantendrá una activa intervención en el mercado secundario de Lebac con el objetivo de reforzar la señal de política monetaria, cuando fuese necesario, entre decisiones de tasa de política”.
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