PATRICIA VALLI
Tras la reunión del G20 en Roma, el Fondo Monetario Internacional (FMI) avanzará en la integración de los derechos especiales de giro (DEG) de los países ricos para armar el fondo que daría lugar a una tercera línea con mejores plazos y tasas más bajas, como busca el Gobierno.
Se trata del Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad (FRS), para el que el G20 y FMI esperan que los países con saldos superavitarios de cuenta corriente avancen en la donación de sus DEG.
En una conferencia, la titular del FMI, Kristalina Georgieva, anticipó los objetivos y el cronograma para el nuevo fondo. "De la nueva asignación de u$s 650.000 millones de DEG, u$s 275.000 millones se destinaron a mercados emergentes y economías en desarrollo y, de esto, u$s 21 mil millones fueron a los países más pobres", recapituló la directora gerente en el Foro de Paz de París.
"Esto nos lleva a la pregunta de cómo podemos mejorar esta situación mediante el représtamo voluntario o la recanalización de parte de la asignación de DEG de los países con fuertes posiciones externas a los países más vulnerables", reiteró sobre los mecanismos que se acordaron con los países del G20 en Roma.
El Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad estará enmarcado en la "lucha contra el cambio climático". El G20 marcó como objetivo global de recanalizar u$s 100.000 millones de la asignación de DEG de los casi u$s 400.000 millones en manos de países ricos.
En ese contexto, Georgieva detalló que el FMI ya tiene un instrumento, el PRGT (Fideicomiso para el crecimiento y la reducción de la pobreza), para recanalizar los DEG a los países de menores ingresos. Pero también se busca incluir a los de ingresos medios en posición vulnerable.
EL CRONOGRAMA CLAVE PARA ARGENTINA
"Además, a la luz de la crisis pandémica y climática, el FMI ha propuso un segundo instrumento que sería a más largo plazo con tasas de interés bajas y que proporcione financiación no solo a los países de ingresos bajos, sino también a los países de ingresos medios vulnerables", remarcó la economista búlgara en París.
Para el Fondo de Resiliencia detalló que la integración comenzará con u$s 30.000 millones aproximadamente y el objetivo es llevarlo hasta los u$s 50.000 millones. "El establecimiento del FRS ya ganó el apoyo de los miembros del FMI, y el objetivo es tener su diseño en su lugar para nuestras reuniones de Primavera (boreal) de 2022", es decir, alrededor de abril del año que viene.
Por otra parte, se prevé la implementación para las reuniones anuales en el mismo año, según anticipó Georgieva. Esto es en octubre de 2022. "A través de este nuevo instrumento, el FMI puede hacer significativamente más para apoyar políticas para la transformación única en la vida al nuevo clima economía: baja en carbono y, lo que es más importante, resistente al clima".
El Gobierno negocia un programa de facilidades extendidas (EFF, según sus siglas en inglés) con el FMI pero aspira a que si surge un nuevo instrumentos con mejores condiciones de financiamiento, pueda optar por la mejor opción. Es lo que Alberto Fernández define como 'pari-passu'.
MULTILATERALES
Georgieva también aludió a la vía alternativa que también es una apuesta del Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán. "También estaríamos dispuestos a brindar asesoramiento técnico a bancos de desarrollo que deseen explorar otras opciones viables para la recanalización", remarcó la titular del FMI.
"Vemos la nueva asignación de DEG y la nueva recanalización de DEG de países con fuertes posiciones de reserva a los países más vulnerables como un gran ejemplo de interés propio. Todos estamos comprometidos en la lucha contra una crisis mundial, y solo podemos ganar si todos trabajamos juntos", concluyó Georgieva sobre el reparto de los fondos del FMI.
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