Javier Milei dio media vuelta y se fue sin saludar. Apenas había levantado el pulgar derecho mientras Sergio Massa aplaudía en su atril, lanzaba un beso al público y sonreía evidentemente satisfecho con su performance en el tercer y último debate a una semana del balotaje. El tigrense recién se retiró del escenario cuando desde el sector donde estaban sus invitados le cantaron "Sergio Presidente". Alguien de La Libertad Avanza gritó: "La casta tiene miedo" pero no se oyó en la transmisión que ya había sido interrumpida. De un lado hubo satisfacción. Del otro no.
A diferencia del debate anterior en el que Patricia Bullrich se sintió ganadora y copó los medios concediendo entrevistas, esta vez lo hicieron los dirigentes de Unión por la Patria y los de otros espacios que decidieron acompañaran a Massa para que no gane Milei convencidos de que atenta contra el sistema democrático. Celebraron su preparación y destacaron que haya mostrado su capacidad de gestión.
"No se puede querer lo que no se conoce y Milei no conoce el Estado" reflexionaba la diputada del bloque Federal Graciela Camaño. Distanciada de Massa desde que en 2019 el tigrense se sumó al Frente de Todos la dirigente hablaba con visible orgullo sobre el desempeño de su ahijado político. "Cuánto creció", repetía en los pasillos de la facultad de la Universidad de Buenos Aires.
De la misma manera y para explicitar la amplitud que propone el tigrense estuvieron y lo destacaron Natalia De la Sota de Córdoba Federal; el salteño Juan Manuel Urtubey; el lavagnista Alejandro "Topo" Rodríguez; y la socialista Mónica Fein. junto al diputado electo por el partido de Juan Schiaretti, Esteban Paulón. También los oficialistas que oficiaron de voceros entre ellos Agustín Rossi, compañero de fórmula de Massa, y el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis.
El entrenamiento de Massa
Massa practicó los últimos días cómo desarmar el discurso de Javier Milei. Su equipo le aconsejó no mencionar temas que no cambiarán el voto de los indecisos aunque algunos, de todos modos, los introdujo, como el reiterado reclamo para que Milei le pida disculpas al Papa por haberlo considerado "representante el maligno" y su reivindicación de la soberanía de Malvinas.
También Milei hizo suyo el planteo sobre el archipiélago austral aunque terminó cayendo en la trampa massista y reivindicó la figura de Margaret Thatcher, primera ministra del Reino Unido durante la guerra de 1982. Para suavizar su postura pisó en falso al compararla con futbolistas que podrían hacerle goles a la Selección argentina.
Massa tuvo doble intención. Introdujo el tema para destacar a Martín Balza, veterano de Malvinas y jefe del Estado Mayor del Ejército entre 1991 y 1999 durante el gobierno de Carlos Menem. Lo presentó como un militar defensor de la democracia y aunque no lo dijo fue evidente que fue una carta que el tigrense jugó en contraposición con Villarruel que la última semana volvió a defender a condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.
A pesar de sus yerros -no se entendió su propuesta en materia de seguridad ni en la lucha contra el narcotráfico donde confundió a las Fuerzas Armadas con las federales- Milei intentó mostrarse sereno. A lo largo del debate insistió con su discurso "anticasta", apuntó a la dirigencia política, sindical y empresaria sobre los que lanzó todo tipo de sospechas.
El economista no alcanzó a mostrar solidez a pesar de repetir números de inflación, pobreza y empleo. Apeló a las bromas y también varias veces a chicanas a las que Massa respondió preguntándole si lo había llamado Mauricio Macri. En el bloque de seguridad le elogió a Massa su lucha contra el delito en Tigre pero ironizó: "Se deben haber olvidado porque tu mujer cada vez que se presentó perdió".
Fue evidente que Massa se preparó al punto que hasta dejó pasar algunas chicanas y aprovechó la nueva alianza de Milei con Macri. "Este es entre vos y yo y no entre Macri y Cristina", desafió varias veces el ministro de Economía a su contrincante. Apeló a varios recursos bien estudiados como lanzar preguntas concretas.
Preguntas desafiantes
"Contestame por sí o por no" enunció la quita de subsidios, privatización de Vaca Muerta, la dolarización, la privatización de ríos y mares, el cierre del Banco Central, la privatización de la educación, entre otros temas. Su ofensiva lo salvó de las críticas de un Milei que pareció desarmado y por momentos confundido a pesar de estar frente al ministro de un gobierno con fuerte inflación, pobreza y dólar paralelo a casi $ 1000. Hubo incluso dos momentos en los que Milei criticó a su aliado Macri por la caída de ingresos y la desindustrialización.
Salvo cuando enumeró problemas polílticos y de gestión, Milei quedó expuesto. Y cuando esbozó denuncias por corrupción el ministro de Economía lo desafió a presentar la denuncia en Tribunales. "Te acompaño", agregó y redobló el desafío cuando Milei lo calificó de "delincuente". "Retractate, retractate, retractate", lo interrumpió. No consiguió que lo hiciera.
La estrategia del candidato de Unión por la Patria fue evidente. Llegó a mostrar la impracticabilidad de las promesas del libertario, desnudar la falta de apoyo de los recientes socios del libertario ("Te dejaron solo" le repetía por la ausencia de invitados del PRO) y lo apuró pidiéndole respuestas que consiguió después de varias repreguntas. "¿Por sí o por no, vas a dolarizar la economía?". "No voy a responder como vos quieras", intentó zafar, sin éxito, Milei. Finalmente dijo que sí dolarizará la economía en caso de ganar.
Hubo momentos en los que Massa lo quiso desequilibrar emocionalmente. Le recordó que lo visitaba en el Frente Renovador y le pidió que contara por qué cuando trabajó en el Banco Central no le renovaron la pasantía. "Los argentinos tienen que elegir quien tiene la templanza, la capacidad, el equilibrio mental y el contacto con la realidad para llevar adelante la Argentina", concluyó Massa mirando a cámara.
Sin piedad le tiró incluso preguntas como qué es el GEDE que Milei no pudo responder, pidió googlear sus propuestas y lo dejó en evidencia cuando advirtió que si no se comercia con Brasil y China se perderán dos millones de empleos. Primero Milei respondió que será asunto del sector privado y ante la persistencia de su oponente señaló que habrá que comerciar con otros países.
El candidato de La Libertad Avanza, por su parte, trató de mentiroso a su adversario. Pero además suavizó sus promesas extremistas con su nuevo y moderado discurso, tal vez pensando en el electorado que no lo votó. Lo hizo cuando Massa lo apuró preguntándole si iba a arancelar la educación, privatizar las jubilaciones o quitar subsidios. También Massa lo tildó de mentiroso.
Entre las preguntas y las chicanas hubo pocas propuestas. Massa habló más a cámara con ideas. Incluso hizo un guiño a su exadversario en la interna, Juan Grabois, cuando prometió 2.000.000 de terrenos con servicios para garantizar vivienda.
Los equipos jugaron en la previa
En la previa los libertarios parecieron preparados para ganar la escena. En los pasillos Victoria Villarruel dio entrevistas con tono triunfal. Milei la reivindicó en su presentación. Sin embargo fue la única dirigente de su espacio que pasó por los sets de TV. En esta etapa el resto tiene la palabra acotada y a su ingreso apenas hablaron a las apuradas dirigentes como Carolina Píparo que perdió en Buenos Aires. De apoyo llegó un grupo de manifestantes libertarios con carteles denunciando posible fraude.
Massa conversó una hora antes en sus oficinas del Frente Renovador, en Libertador casi Callao, con sus invitados como Urtubey, el embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín; Leandro Santoro; y el examigo de Milei, el liberal Carlos Maslatón. Los gobernadores también lo acompañaron, desde Axel Kicillof (Buenos Aires); Alicia Kirchner (Santa Cruz); Sergio Uñac (San Juan); Ricardo Quintela (La Rioja); Raúl Jalil (Catamarca); Omar Perotti (Santa Fe) y Gustavo Bordet (Entre Ríos).
En primera fila volvió a acompañarlo Eduardo 'Wado' de Pedro que también fue del círculo más chico permanente que integran el consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubi; el vicejefe de gabinete Juan Manuel Olmos y el intendente de San Fernando, Juan Andreotti.
Mientras se desarmaba por última vez el decorado quedaron preguntas pendientes. Si Massa ganó el debate televisivo, ¿ganó la discusión en redes? ¿Se traducirá en votos?
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