La misión de técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) arribará este martes a Buenos Aires con la tarea de comprobar presencialmente los límites políticos y sociales que tendrá el organismo para negociar un nuevo programa con las autoridades de Argentina.
En un lapso de cuatro días habrá una decena de reuniones con funcionarios, empresarios, sindicalistas y legisladores, en las que el staff del Fondo indagará las preocupaciones de los principales actores en pleno sacudón por el dólar.
La estadounidense Julie Kozak, directora adjunta del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, y el venezolano Luis Cubeddu, jefe de la Misión para Argentina, se unirán al jamaiquino Trevor Alleyne, representante del Fondo que reside en el país, y se quedarán hasta el próximo fin de semana antes de regresar a Washington, Estados Unidos.
El staff realizará una visita "de carácter informal" para conocer en mayor profundidad los planes y las prioridades del Gobierno y escuchar in situ a otros actores socioeconómicos, así se pueden llevar "una visión más completa y bien informada sobre la actual situación" de la Argentina.
Aunque aún no hay una agenda definida, habrá decenas de reuniones de trabajo con los funcionarios del Ministerio de Economía y del Banco Central (BCRA), principalmente.
Los protagonistas principales serán el ministro Martín Guzmán, el titular de la entidad monetaria Miguel Pesce y el representante del Cono Sur ante el organismo, Sergio Chodos, pero no son los únicos del Gabinete que estarán en contacto con Kozak, Cubeddu y Alleyne.
También es posible que mantengan encuentros la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont; y los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Claudio Moroni.
Como fue habitual en otras misiones del FMI a la Argentina desde 2018, los técnicos visitarán a empresarios y sindicalistas, patas del pacto social que busca lanzar este lunes el presidente, Alberto Fernández.
Hay expectativas en las cúpulas de la Unión Industrial Argentina (UIA) y en la Confederación General del Trabajo (CGT) por terminar de definir una reunión con Kozak, Cubeddu y Alleyne.
Tal como informó El Cronista semanas atrás, las negociaciones recién tomarán ritmo a partir de noviembre, una vez que las elecciones presidenciales en los Estados Unidos queden atrás y se conozca si Donald Trump obtuvo su reelección o si en enero de 2021 lo reemplazará Joe Biden.
El país norteamericano es el principal accionista del FMI y tiene poder de veto en el Directorio del organismo (Board).
El diálogo entre el Gobierno y el Fondo no se cortó nunca en lo que va del año. La institución fue el principal aliado internacional para alcanzar el acuerdo de reestructuración de la deuda externa con acreedores privados por más de u$s 65.000 millones.
La Argentina le debe al FMI unos 31.913,7 millones Derechos Especiales de Giro (DEG), que a la cotización de ayer equivalían a u$s 44.999 millones, solamente de capital.
Cuanto más se debilite el dólar frente a otras monedas, en especial contra el euro, mayor será la deuda en moneda estadounidense.
La intención oficial es postergar los pagos de capital al menos hasta 2024 mientras se sigan pagando los intereses y cerrar el trato en el primer trimestre del año que viene, antes de negociar con el Club de París el diferimiento de otros u$s 2000 millones.
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