Hablaron de impulsar una moneda común, se planteó no depender más del dólar, hubo una señal inequívoca de evitar todo tipo de limitaciones ideológicas y hasta se esbozó la idea de establecer un desarrollo económico común por medio de bancas regionales.
Todo esto y mucho más fueron los planteos centrales que los presidentes Lula Da Silva y Alberto Fernández deslizaron ayer en Brasil durante la cumbre de jefes de Estado de América del Sur bajo un denominador en común: reflotar la Unasur como bloque regional con mayor peso político y económico.
En el extravagante menú de propuestas que lanzó el presidente de Brasil, coordinadas previamente con la Argentina que acaba de dejar la presidencia de la Unasur, Lula da Silva exhortó a sus colegas de la región a "revivir" el proceso de la construcción de la Unasur y trabajar para crear unidades monetarias para comercializar sin depender del dólar.
De esta manera, Lula Da Silva contó con el apoyo de Alberto Fernández para avanzar en mecanismos de compensación más eficientes y la creación de "una unidad de referencia común para el comercio, reduciendo la dependencia de monedas extrarregionales", aseguró Lula durante el discurso de apertura de la cumbre que se hizo en Brasilia.
La idea de una "moneda común" regional ya la planteó Lula Da Silva en otras oportunidades y otros foros como el Mercosur. Pero hasta ahora no dio resultado alguno este planteo.
Como dijo Néstor Kirchner, los viejos moldes se han roto y los nuevos problemas requieren nuevas soluciones.
— Alberto Fernández (@alferdez) May 30, 2023
Celebro la iniciativa del presidente de Brasil, @LulaOficial, de impulsar este encuentro que une a los presidentes de América del Sur para integrar a la región. https://t.co/ZWLbBqnbZT
Menú ambicioso
Sin embargo, el menú de propuestas para la Unasur que lanzó el presidente de Brasil con pleno respaldo de Argentina no se quedan sólo con la idea de la moneda común sino que hay más:
-Lula Da Silva propuso colocar al ahorro regional al servicio del desarrollo económico y social, movilizando bancos de desarrollo regionales como la Corporación Andina de Fomento, Fonplata, Banco do Sul y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social. Este tema no implicaría tener una banca común aunque sí una sinergia de las bancas regionales.
-Profundizar la "identidad sudamericana" en el ámbito monetario, a través de mecanismos de compensación más eficientes y la creación de una unidad de referencia común para el comercio, reduciendo la dependencia de monedas.
-Implementar iniciativas de "convergencia regulatoria", facilitando los trámites y reduciendo la burocracia a la hora de exportar e importar productos en la región.
-Ampliar los mecanismos de cooperación de última generación, con servicios, inversiones, comercio electrónico y política de competencia
-Actualizar la cartera de proyectos del Consejo Suramericano de Infraestructura y Planificación, reforzando la multimodalidad y priorizando aquellos de alto impacto para la integración física y digital, especialmente en las regiones fronterizas.
Apoyo de Argentina
El Presidente Alberto Fernández participó en el Palacio Itamaraty, en Brasilia, de la primera Sesión de Trabajo de la Unasur y apoyó abiertamente estas propuestas de Lula Da Silva.
"Unasur no es un espacio ideológico, es un espacio de intereses comunes que debemos profundizar y concertar intereses sobre los que todos tengamos una misma posición frente al mundo", afirmó el mandatario.
Además, Alberto Fernández remarcó que "lo que nos reúne hoy en Brasilia es el sentimiento de urgencia de volver a mirar colectivamente a nuestra región", para poder "lanzar acciones concretas para el desarrollo sostenible, la paz y el bienestar de nuestras poblaciones".
El jefe de Estado destacó también la idea de Brasil de reimpulsar al organismo "en un momento donde las instituciones democráticas muestran su debilidad en la región". Y manifestó su preocupación porque "la construcción de la democracia y la preservación de los derechos humanos han sido en América Latina una lucha que costó la vida de mucha gente. Y no podemos perderla".
En este marco, Alberto Fernández recordó que "Néstor (Kirchner) decía 'los viejos moldes se han roto, los nuevos problemas requieran la generación de nuevos tipos de soluciones. No podemos encerrarnos en los viejos conceptos ni aferrarnos a lo malo conocido. El riesgo mayor que enfrentamos es temerle al cambio'".
Documento final
Al término de la cumbre de Brasil los 11 países presentes aprobaron el "Consenso de Brasilia" que incluyó algunas de las propuestas de Lula Da Silva y Alberto Fernández aunque mantuvieron distancia de determinados proyectos presentados por ambos países.
En este sentido, coincidieron en que América del Sur constituye una región de paz y cooperación, basada en el diálogo y el respeto a la diversidad de nuestros pueblos, donde enfrentan "múltiples retos", en un escenario de crisis climática, amenazas a la paz y a la seguridad internacional, presiones sobre las cadenas de alimentos y energía, riesgos de nuevas pandemias y aumento de desigualdades sociales.
A su vez, los presidentes reunidos en Brasilia concordaron en que la integración regional debe ser parte de las soluciones para "la promoción del desarrollo económico y social; la lucha contra la pobreza, el hambre y todas las formas de desigualdad y discriminación".
También se comprometieron a trabajar por "el incremento del comercio y de las inversiones entre los países de la región; la mejora de la infraestructura y logística; el fortalecimiento de las cadenas de valor regionales; la aplicación de medidas de facilitación del comercio e integración financiera".
Sin embargo, no hubo mención alguna en el documento final acordado a la idea de una moneda común, la instauración de una "convergencia regulatoria" y mucho menos de una unidad de entidades bancarias de la región.
Además de Lula Da Silva y Alberto Fernández participaron de la cumbre de la Unasur los mandatarios de Bolivia, Luis Arce; de Colombia, Gustavo Petro; de Chile, Gabriel Boric; de Ecuador, Guillermo Lasso; de Guyana, Mohamed Irfaan Ali; de Paraguay, Mario Abdo Benítez; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; de Surinam, Chan Santokhi, y de Venezuela, Nicolás Maduro. Por parte de Perú, asistió el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.
Acompañaron al jefe de Estado argentino el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, y el embajador en Brasil, Daniel Scioli.
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