En tiempos en los que las marcas apuestan a formatos low-cost para seducir a los bolsillos de los consumidores afectados por la devaluación, SushiClub busca expandirse por el país y la región a través de un nuevo modelo de negocio: Deli & Take consiste en puntos de venta dedicados exclusivamente a repartos a domicilio y retiro de pedidos.
La cadena ya abrió nueve locales de delivery y take away ubicados en distintas localidades de la Argentina y planea llegar a diversos puntos del interior y otros países de América latina en 2020 con este formato.
"Si las condiciones económicas acompañan nuestras previsiones, el año próximo inauguraríamos al menos cinco establecimientos a nivel local", revela Tomás Pugliese, gerente General de SushiClub desde 2015.
En el exterior, el objetivo es desembarcar en Uruguay, Chile y España, y ampliar la presencia en México y Paraguay, donde la firma ya tiene tres sucursales (dos en México y una en Paraguay), con al menos un local en cada país, lo que se traduce en, por lo menos, cinco aperturas.
“La compañía se encuentra en un momento maduro para empezar a transferir su know how a otros países”, adelanta Pugliese. En cuanto a Europa, el directivo sostiene que “Madrid y Málaga representan altas posibilidades para volver a España”. La marca se fue de la capital española en 2011 porque no se sostuvo la relación con el master franquiciado.
Hasta el momento, la empresa llevó adelante sus actividades a través de restaurantes con entregas a domicilio, el clásico modelo con el que operó desde su origen. “Pero ahora contamos con dos tipos de franquicias, ajustables al número de consumidores de cada plaza”, explica el ejecutivo.
Actualmente, el 40% de las ventas de la cadena corresponden al negocio de delivery y take away, y un 60%, a los restaurantes. Esperan que la diferencia se revierta a mediano plazo, a raíz de la nueva estrategia, que aumentaría el nivel de tíckets actual. “El Deli & Take crece un 4% en volumen mientras que el restaurante decrece a un ritmo de un 8%. Si bien el mercado se retrajo significativamente en los últimos meses, el consumidor nos sigue eligiendo", dice Pugliese.
La inversión para una franquicia de Deli & Take requiere de u$s 55.000 con fee incluido, casi un tercio de lo que cuesta la de un restaurant (alrededor de u$s 150.000). “Incluye el acompañamiento y las capacitaciones continuas con el agregado de que, durante las primeras semanas de actividad, nos instalamos con un equipo de profesionales de distintas áreas para que la franquicia quede bien preparada de cara al mercado”, considera.
Desde SushiClub, señalan que este esquema es clave para zonas en las que existe una demanda potencial, pero no lo suficientemente grande para abrir un restaurante. “Aunque es diferente el modelo, el cliente tiene la opción de disfrutar del mismo producto que se ofrece en los restós, pero en su casa. La calidad nunca se sacrifica”, aseguran.
La estrategia de la empresa es replicarse de manera inteligente en locaciones específicas. “No nos interesa llegar de forma masiva a todos lados si luego no podemos sostener la propuesta de valor en donde nos establecimos. La idea es seguir expandiéndonos con los formatos de Deli & Take en cuanto que los espacios que abrimos ya están sólidos y somos conscientes de que podemos dar respuesta a la demanda futura de nuevas aperturas a partir de nuestra estructura actual”, detalla el gerente General.
Según apuntan, la rentabilidad de SushiClub en 2018 se vio erosionada en tanto y en cuanto no se trasladó el incremento de los costos a los precios. "Pese a que esta decisión significa sacrificar márgenes, este año vamos por el mismo camino”, afirman, y añaden que, para atraer a los consumidores, la firma ofrece en sus restaurantes distintas promociones.
Una de ellas es #Clave30, un beneficio para comensales mayores de 30 que asisten desde las 23 horas. Incluye menú completo con bebida y servicio de mesa por $ 563. “La finalidad es fomentar las ventas de este canal, en un contexto macroeconómico difícil”, aclara el número uno de la firma.
Con 40 locales (seis sucursales propias y 34 franquicias) y 18 años de presencia en el mercado local, SushiClub se convirtió en un emblema de la popular comida japonesa en la Argentina. La empresa surgió en la plena turbulencia económica del 2001, cuando el plato comenzaba a tener algo de prensa en el país. Hasta entonces, el sushi estaba reservado a un escaso números de restaurantes de la colectividad nipona, algunos casi escondidos y desconocidos para el público masivo.
Luego de una silenciosa irrupción en la zona norte de la provincia de Buenos Aires, en Martínez, comenzó un proceso de expansión a partir del 2002, crisis mediante, que significó la apertura de sucursales propias y franquicias en los polos gastronómicos más conocidos de distintas ciudades argentinas y extranjeras.
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