Los resultados inesperados de las elecciones PASO que provocaron una devaluación del peso de cerca del 35%, lo que tiende a modificar las expectativas inflacionarias para los agentes.
Hasta los comicios, la inflación convergía al 2% mensual y con expectativas de menor suba de precios para los meses subsiguientes, siempre y cuando las PASO tuvieran un resultado favorable al Gobierno. Ello no fue lo que ocurrió y cambió radicalmente el panorama. Ahora se espera una inflación del 4% de piso para los próximos meses
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI), al igual que la gran mayoría de los agentes económicos y financieros, modificaron su expectativa inflacionaria para los meses que siguen.
“Una primera aproximación daría que los precios del mes alcancen a 4% al 4,5% mensual. La inflación futura va a venir principalmente desde el lado de los bienes transables que inciden el 65% del total de la inflación. Los regulados quedaron congelados hasta fin de año por el gobierno (y será inflación futura del 2020), estos hoy inciden el 15% del total. Esperamos que la inflación interanual se mantenga en 55%, lo que significaría una inflación mensual para este mes del orden del 4% al 4.5%, nivel mínimo que se mantendría los meses siguientes” anticiparon desde PPI.
Con una visión similar, los analistas de Grupo SBS afirmaron que, si bien la inflación de julio fue de 2,2% mensual y 54,4% interanual, mostrando la cuarta desaceleración mensual de manera consecutiva, nada de esto importa a la luz del shock que recibió la demanda de dinero y la suba del dólar tras los resultados electorales del fin de semana.
“Luego de la fuerte depreciación del peso, esperamos una significativa aceleración de la inflación llegando a 53% a fin de año (desde 40,0%)”, proyectaron desde Grupo SBS.
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