Además de docente y acompañante en terreno de proyectos en todo el país, Graciela Gallo es directora del Centro de Emprendedores de la EAN, Escuela Argentina de Negocios. Su creación más reciente es Sirirí, el Instituto Nacional de Turismo Rural y Sustentable (@siriritrs), una vidriera virtual que nuclea la oferta de turismo con el objetivo de vincular a los anfitriones con los turistas.
-¿En momentos como este se emprende más o menos?
-Hay más interés. La falta de empleo nos impulsa a ser muy creativos, creo que por eso nos admiran en muchas partes del mundo. Empresas geniales han resultado de grupos emprendedores de nuestro país.
-¿Y cómo se empieza?
-Con lo que hay a mano. Muchas iniciativas comienzan queriendo cambiar al mundo y fracasan por falta de precisión. Sugiero empezar por resolver demandas insatisfechas que nos queden cerca (el barrio, la ciudad, la provincia) y de allí diseñar la escalabilidad. Indispensable, una vez que tenemos la idea, mirar qué están haciendo otros en el nicho de acción ya que con frecuencia los deseos de ser “los primeros” nos dejan miopes con respecto a la competencia.
-¿Cuáles son los miedos más comunes de los emprendedores?
-La no aceptación del producto o servicio, que a nadie le interese, que no funcione. Para sortear ese miedo hay que indagar, hacer encuestas, someter el proyecto a la opinión de otros. Muchos buscan capital financiero, que es necesario, pero descuidan el capital social, que es imprescindible para el crecimiento del negocio. Hoy más que nunca, solos no llegamos a ningún lado.
-¿Nos puede dar algunos “tips” para arrancar con un emprendimiento?
- Si tu emprendimiento no te motiva, cambiá de rumbo.
- Aprendé a someter tus ideas a la opinión de otros y que sirva para mejorar.
- No emprendas solo/a.
-¿Cuál es el momento más difícil?
-Salir al mercado y sostenerse. Esa suele ser una de las trabas más comunes.
-¿Cómo se soluciona?
-Vinculándose, armando alianzas, estrategias y estando abiertos a capacitaciones y actualizaciones.
-¿Todos podemos ser emprendedores?
-Claro, solo que no todos decidimos emprender en el mismo momento de nuestra vida.
-Usted siempre menciona que hay que tender puentes…
-Así es: si todos vinculamos a alguien que necesita algo con otro que puede ayudar, estaremos cambiando la forma de emprender en nuestro país.
-¿O sea que erradicamos el miedo a que “me roben la idea”?
-Jajaja, ¡desde ya! Las ideas se comparten, los contactos se muestran y los conocimientos se ponen a disposición.
-¿Y funciona?
-Yo emprendo todo de esa manera y tengo más gratificaciones y éxitos que si hiciera todo lo contrario.
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