En el capítulo 2 del podcast, ya se abordó la importancia de definir la misión y la visión de la empresa. ¿Por qué es tan clave? Porque de ahí nacen los objetivos estratégicos, que a su vez pueden medirse a través de indicadores. Es decir, números que te dicen si estás cumpliendo (o no) lo que te propusiste.
Pero no todo se trata de grandes estrategias. También existen los llamados objetivos tácticos o de gestión, vinculados al funcionamiento cotidiano del negocio, como la facturación o la cantidad de clientes.
Entonces, ¿cómo empezar a medir? Un ejemplo simple:
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Objetivo: Incrementar la facturación
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Indicador: Nivel de facturación mensual
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Meta: $ 1.000.000
Si el resultado real está por debajo, igual o por encima de ese millón, se pueden definir acciones en consecuencia. A este esquema de objetivo + indicador + meta se lo conoce como tablero de mando. Revisarlo mensualmente permite ajustar el rumbo y profesionalizar la gestión de tu PyME.
Muchas veces, quienes lideran una pequeña empresa no tienen claridad sobre cuánto facturan, o facturan simplemente “lo que salga”. El problema es que sin una meta, no hay dirección. Pensar que no se puede establecer cuánto se va a vender porque “no se sabe cuántos clientes van a venir” es un error común que impide crecer.
Si querés entender cómo empezar a medir para mejorar, no te pierdas el episodio completo del podcast. Dale play y empezá a trabajar con más foco:
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