La Licenciada en Sociología, se reconoce enfocada en ayudar a pymes y empresas familiares aportando soluciones estratégicas para mejorar los resultados y aumentar la productividad.
Paola Grión está especializada en “Economía Circular” , asesora y acompaña a las empresas a identificar oportunidades de nuevos negocios a partir de los residuos. Es experta en Consultoría Sistémica, Licenciada en Sociología egresada de Universidad Siglo XXI
Como profesional conocedora del tema nos deja sus reflexiones y visiones sobre la Sostenibilidad en la industria y la producción.
¿Son realmente sostenibles las buenas prácticas que incorporamos a nuestras pymes? Existen numerosas oportunidades para transformar el modelo de negocio hacia uno de triple impacto.
Sin embargo, no todas las acciones que catalogamos como ecológicas cumplen con ese propósito. En este post, introduciré algunos tópicos para que se comprenda la verdadera dimensión de lo que se puede lograr.
Es verdad que actualmente vemos ejemplos de economía circular, que implican un cambio de recursos finitos por renovables, el reciclado y la remanufactura de determinados productos, lo cual es un inicio positivo para contribuir al cuidado del planeta. Sin embargo, el impacto de estas acciones debe evaluarse en función de la empresa, su cadena de valor y las oportunidades reales de mejora.
En ocasiones, los recursos y los impactos negativos generados para obtener materiales o realizar acciones son peores que la solución que se busca implementar. Por ejemplo, si el proceso de reciclado implica etapas demasiado complejas, puede resultar contraproducente al implicar un mayor uso de recursos energéticos, contaminación y una huella de carbono más grande.
La economía circular busca evaluar la cadena de valor, identificando en cada etapa del ciclo lineal los procesos generadores de impactos negativos. En base a ello propone un rediseño de materiales o ensamblado de piezas para lograr resultados positivos en el reciclaje y agregar valor en todas las oportunidades.
En el proceso productivo y de uso del producto, se generan desgastes que implican pérdida de materiales, como microplásticos en el lavado de prendas o el desgaste de metales por el uso. También se observa complejidad en la mezcla de elementos para generar materiales resistentes.
Tomemos el ejemplo de una pequeña empresa que produce camisetas de algodón. Para ser más sostenible, decide reciclar las camisetas no vendidas o devueltas por los clientes. Sin embargo, el proceso de reciclado implica un uso intensivo de agua y energía, así como emisiones de CO2 por transporte y maquinaria.
Sostenibilidad en las pymes: explorando opciones reales para un futuro mejor
En lugar de este enfoque, la empresa podría explorar opciones como el uso de algodón orgánico, reducir tintes dañinos o implementar un programa de devolución para reparar y revender camisetas en lugar de reciclarlas.
No todas las acciones ecológicas tienen que ser grandes y costosas. Pequeñas acciones, como embalar productos en papel reciclado en lugar de plástico, o implementar el trabajo a distancia, pueden tener un gran impacto positivo en la sostenibilidad de la empresa.
Entonces, cada empresa debe realizar una evaluación detallada de su cadena de valor y determinar cómo mejorar su sostenibilidad en cada etapa del proceso. Toda pequeña acción cuenta, y juntos podemos construir un mundo más sostenible.
En este contexto, es esencial realizar las siguientes valoraciones:
- Chequear la posibilidad de introducir materiales o elementos en el proceso de reciclaje sin perder calidad o material en un porcentaje significativo.
- Dividir piezas y evaluar su oportunidad de reciclado permitirá evidenciar la verdadera dimensión del proceso y su conveniencia.
- Evaluar el proceso productivo debe inspirar el diseño del producto de manera que el reciclado sea algo ya previsto, maximizando esta oportunidad.
- Un material de alta calidad y un formato simple aumentan la durabilidad del producto, promoviendo la reparación y respetando el principio clave de la economía circular de mantener los materiales en uso el mayor tiempo posible.
En resumen, no todas las buenas prácticas son realmente sustentables. Se requiere una revisión profunda de la cadena de valor y la identificación de oportunidades relacionadas con el diseño del producto y los materiales para facilitar procesos eficientes en su reciclado o recirculación”.
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