En línea con el consenso de mercado, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener sin cambios las tasas de interés de referencia y la tasa de facilidad marginal de crédito (tasa a la cual el BCE presta por un día a los bancos comerciales). Sin embargo, la entidad decidió bajar un 0,10% el tipo de la facilidad de depósito (la tasa pagada por depósitos a la vista a los bancos comerciales) hasta el nivel de -0,50%.
La consecuencia inmediata de esto, es que el ECB busca incentivar a los jugadores del sistema bancario a conceder créditos, dado que si desean mantener los fondos captados invertidos dentro del Central obtendrán rendimientos negativos. En consecuencia, ahora los bancos comerciales europeos deben pagar aún más al ECB para tener depositado su dinero allí, situación que en países como Argentina resulta altamente paradójica.
Por otro lado, además se decidió llevar adelante un programa de ‘quantitative easing’, que no es más que una de las tantas maneras de inyectar liquidez en el mercado. La operatoria consiste, según Investing.com, en que “los bancos centrales crean dinero y lo usan para comprar determinados activos financieros como deuda pública, de esta manera, los bancos utilizan ese dinero que han recibido del Banco Central para aumentar los préstamos o para comprar nuevas emisiones de deuda al gobierno”. Asimismo, al efectuar compras de bonos, presionan sus precios al alza y los rendimientos exigidos a la baja.
En términos generales, una de las consecuencias de este tipo de políticas suele ser una baja del costo de oportunidad para las inversiones en activos riesgosos, debido a que los inversores salen a buscar rendimientos positivos. Sin embargo, dado el contexto actual, debemos tener en cuenta que es crucial la decisión de la Reserva Federal de los EEUU de la semana entrante. En concreto, para ver estos resultados en los mercados emergentes se necesita que también la decisión de la FED sea de corte ‘acomodaticia’, a la vez que el conflicto entre China y EEUU tienda nuevamente a la paz. Caso contrario, sería difícil que se observe un ‘rally’ en los países y monedas emergentes/riesgosos.
Volviendo a nuestro país, ayer por la mañana, Reuters señalaba que los mercados financieros locales operaban a la baja “en una plaza con cautela de negocios ante una nueva normativa para limitar la especulación en el mercado cambiario con la compra y venta de activos”. No obstante, esta tendencia fue revertida por los activos de renta variable y el S&P Merval pudo cerrar un jueves alcista. Lamentablemente, los bonos no tuvieron la misma suerte.
Sin embargo, el principal tema de conversación en estos días es “el rulo”. Esta operatoria consiste en que las personas físicas (únicas autorizadas a comprar dólares para atesoramiento) se hagan de divisas norteamericanas y luego las vendan en el mercado bursátil a través de la operatoria conocida como “pesos bolsa” (compro bono en dólares especie D y luego vendo en pesos).
En concreto, las nuevas medidas emanadas entre ayer y antes de ayer desde el BCRA y la CNV que buscan reducir el rulo, pueden resumirse en tres ítems:
1) Se requiere una DDJJ para acceder en el mercado de cambios, en dónde se consigne que los dólares no se usaran para la compra en el mercado secundario de títulos valores dentro de los 5 días hábiles a partir de la fecha de liquidación de dicha operación de cambio (ergo, deben pasar 6 días hábiles desde la compra de las divisas aparentemente). Asimismo, para que los ALyCs puedan cursar la operación de compra de valores negociables en especie D por un monto de hasta US$ 10.000 dólares por parte de personas humanas deben contar previamente con otra DDJJ que manifieste que los fondos en dólares no provienen de una operación en el mercado de cambios realizada en los últimos 5 días hábiles.
2) Por otro lado, las operaciones de compra de valores negociables en dólares (especie D, por ejemplo, AY24D o AO20D) sólo podrán ser cursadas para ser liquidadas en el plazo de contado de CUARENTA Y OCHO (48) horas o T+2. 3) Finalmente, si se desea vender en pesos estos títulos antes mencionados, se necesita que transcurran 5 días hábiles contados a partir de la acreditación de dichos valores negociables.
A manera de resumen, podemos tomar lo señalado por el diario La Nación: “El rulo es, en definitiva, comprar algo barato y venderlo más caro y las personas que están habilitadas para hacerlo (solamente las personas físicas) son los que llevan la oferta de un lugar a otro. Es decir, “arbitran”. Pero ese arbitraje que antes era instantáneo ahora tiene 12 días hábiles en el medio”.
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