Ruta 40 (Argentina)
(Especial revista El Galeón) Con 1.000 Km. más que la mítica Ruta 66 de EE.UU. y tan apasionante como la Panamericana, la más larga del mundo, esta carretera nos sorprende en un viaje desde Chilecito hasta Cachi..
Aunque sigue fiel a su esencia de viejo camino legendario, paralelo a la Cordillera de los Andes y con 5.224 kilómetros desde el Cabo Vírgenes hasta La Quiaca, la ruta 40 trasciende fronteras. Son varios los que arriban al país sólo para desafiarla de punta a punta (mínimo 40 días) atravesando así 20 parques nacionales, 230 puentes, 18 ríos, 27 pasos cordilleranos, 50 pueblos y cinco sitios declarados Patrimonio de la Humanidad. Todo esto distribuido en 11 provincias.
Para un mejor diseño del Proyecto Ruta 40, la Secretaría de Turismo de la Nación la dividió en tres grandes segmentos geográficos culturales: Patagonia, Cuyo y Norte. Es en este último tramo donde se realizan las mayores obras de mejoramiento vial, infraestructura hotelera y reciclado de monumentos históricos, ofreciéndose emprendimientos de alta gama que se destacan por originalidad y calidad de servicio.
Tomando Chilecito como punto de partida hacia el norte, una visita imperdible en esa ciudad es el sorprendente Chirau Mita, jardín botánico exclusivamente de cactus, suculentas y agaves. Se trata del más grande de Sudamérica. Patricia Granillo, su mentora, expone a cielo abierto más de 1.200 especies, que distribuye en terrazas sabiamente dispuestas como en quebradas de cultivo inca. En tanto, en viveros, cultiva los ejemplares el Caribe. Patricia lleva toda una vida coleccionando más 20 años de trabajo interrumpido en ese territorio. De la ladera sur de la Sierra del Paiman hace de este exótico botánico de dos hectáreas un sitio de regodeo visual y didáctico aprendizaje entre las múltiples formas y variedades nacionales más otras de México, Brasil, Cuba e Islas Galápagos (Ecuador).
La Ciudad Sagrada
Ascendiendo por la misma ruta dejamos La Rioja acompañados por un paisaje rocoso, que el viento modeló haciendo caprichosas figuras en paredones montañosos de arcillas rojizas.
En el tramo final de la ruta 40 que corresponde a Catamarca, al noroeste de la provincia después de atravesar Belén, llegamos a Hualfín, donde vale la pena hacer un alto en la capilla Nuestra Señora del Rosario, nombrada Monumento Histórico Nacional por ser una joya colonial de 1770. Su altar pintado a mano deslumbra en policromía y destreza artesanal.
Apenas cruzamos la frontera, ya en Tucumán, visitamos la Ciudad Sagrada de Quilmes, sitio de enorme belleza y gravitación histórica. Allí, desde épocas remotas, nació y se desarrolló la nación diaguita. La visita a la ruinas lleva varias horas o, tal vez, un día entero si caminamos lentamente entre sus senderos que ascienden a unos dos mil metros de altura sobre el nivel del mar por un conjunto de arquitectura en piedra entramada con cardones, miradores y sitios ceremoniales.
El territorio de la ciudadela fortaleza es el mayor asentamiento precolombino en Argentina. Ubicado en los Valles Calchaquíes, ocupa 30 hectáreas en la ladera del cerro Alto del Rey. Allí vivió y resistió una comunidad de tres mil diaguitas desde el año 800 hasta 1667, cuando fueron vencidos por los españoles y trasladados en una cruenta caminata desde Tucumán hasta Quilmes, provincia de Buenos Aires.
El sitio arqueológico fue descubierto en 1897.
Estancias entre las nubes
El largo tramo salteño desde Cafayate hasta Molinos se hace atravesando la inigualable Quebrada de las Flechas, sitio que despierta suspiros de embeleso hasta Angastaco, donde un cartel señala finca El Carmen, una reciente propuesta que bien vale una estadía. La familia Raffo Benegas tomó las antiguas construcciones coloniales inmersas en una pintoresca serranía y las transformó en hotel de campo, iglesia-museo y restaurante gourmet.
La Capilla del Carmen, delicia del lugar, es de 1780 y está plagada de leyendas e historias que se acumularon a través de los siglos. En ella se encuentran depositadas las imágenes veneradas legadas del Alto Perú.
Nuevamente por “la 40” no podemos dejar de conocer Molinos, un pueblo con paisaje natural protegido que atesora la antigua arquitectura refuncionalizada de la Hacienda de los Molinos, donde es posible alojarse y disfrutar de un sitio paradisíaco ubicado a 2.020 metros, justo enfrente de la iglesia San Pedro de Nolasco, Monumento Histórico Nacional del siglo 18.
Sin embargo, la sorpresa surge al llegar a la estancia Colomé: 39 mil hectáreas entre las ondulaciones salteñas. Fundada en 1831, cuenta con las vides más altas del mundo, a 3.002 metros sobre el nivel del mar. Hoy se trata de un hotel boutique rural con viñedos biodinámicos y bodega artesanal de vinos pemiums. Como broche de oro, aparecen las instalaciones del Museo James Turrell, de arte lumínico.
Más al norte encontramos a Cachi, el pueblo fundado en el siglo 16 al pie del Nevado. Su cumbre marca 6.300 metros de altura. Este rincón salteño nos ofrece su magnífica iglesia con original espadaña de tres campanas, muros de adobe y techo de cardón. Sus sitios arqueológicos resultan un hito en estas tierras calchaquíes.
Hoja del Viajero
Cómo llegar:
Córdoba-Chilecito: autopista J. Allende Posse. Son 277 kilómetros por ruta nacional 38 hasta Chamical y 126 kilómetros por ruta nacional 78 de Patquía hasta Chilecito, donde se toma la ruta 40 hacia el Norte. Chilecito-Belén: 221 kilómetros por la 40. Belén-Ruinas de Quilmes: 170 kilómetros por ruta 40. Cafayate-Cachi: por ruta 40 son 162 kilómetros.
Paseos:
Chilecito: museo Chirau Mita; cablecarril La Mejicana; museo regional Mis Montañas Samay Huasi (a dos kilómetros); iglesia Santa Rita de Casia; museo Molino San Francisco. Belén: museo arqueológico Cóndor Huasi; iglesia Nuestra Señora de Belén; Ruinas del Shincal, a 15 kilómetros. Hualfín: iglesia Nuestra Señora del Rosario. A pocos kilómetros de Hualfín hay una gran oferta de sitios termales y ruinas arqueológicas por las que se accede mediante pequeños caminos rurales. Cafayate: Ruta del Vino (dos jornadas) con bodegas en la ciudad y cercanías; Quebrada de Cafayate (formaciones rocosas); Angastaco y Quebrada de las Flechas; Museo del Vino y de la Vid y catedral Nuestra Señora del Rosario. Cachi: iglesia San José; Museo Arqueológico y sitios de yacimientos. Para los más osados: ascenso al Nevado de Cachi (6.380 metros).
Compras:
Vinos regionales, dulces caseros, frutas en almíbar, tejidos manuales y cerámicas en ferias cercanas a las plazas principales de cada pueblo.
Comidas:
Chilecito: El Rancho de Ferrito, un clásico en parrillada; La Rosa, pastas caseras; Jaime y Alicia Restaurante, comida regional. Belén: hotel y restaurante Belén, comida regional y museo interno con piezas de arqueología catamarqueña; 1900 Resto Bar, comidas caseras y Doña Rosa, comida regional. Cafayate: La Carreta de Don Olegario, parrilla tradicional; Macacha gourmet; Terruño; Baco y gran variedad de resto-bares rodeando la plaza. Vino torrontés. Cachi: Oliver Wine Bar; Ashpamanta, cocina de autor con espíritu andino; Luna Cautiva, regionales.
Alojamiento:
La oferta en alojamientos es múltiple y los precios son siempre variables según servicio, fechas y sitios. Existe la posibilidad de hospedajes por 200 pesos (habitación base doble) ó 1.200 pesos en bodegas boutiques.
Tips y curiosidades
- En general, el estado de la ruta 40 es bueno y apto para cualquier tipo de vehículo, salvo en el tramo de Molinos hacia la bodega Colomé, donde se aconseja ir en 4x4.
- Hay que tener suma precaución con los animales sueltos por la ruta.
Contactos
Códigos de área telefónicos:
Chilecito: 03825. Belén: 03835. Cafayate: 0387. Cachi: 03868.
Policía
Cafayate: Tel. (03868) 421-101.
Oficinas de Turismo:
Cafayate: Tel. (03868) 422-442. Cachi: Tel. (03868) 491-902.
Internet:
www.turismolarioja.gov.ar
www.turismosalta.gov.ar
www.turismocatamarca.gov.ar
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