¿Cómo va eso de político haciendo de CEO de una empresa?
Yo digo -un poco en broma- que mientras esta gestión buscó grandes CEOs para hacer de políticos, a mí me tocó ser un político que tiene que transformarse en CEO. Pero hablando en serio estoy recorriendo un espacio apasionante: hay mucho de la praxis del entorno privado que debería haber sido incorporado ya por el Estado. La eficiencia, la autosustentabilidad, el rigor de tener un plan, son elementos vitales en la gestión pública.
- Arsat fue uno los orgullos del anterior gobierno: ¿qué te encontraste cuando llegaste?
Quiero ser justo y me gustaría en este trabajo pararme en lo que tenemos para ir hacia adelante. Pero haciendo un diagnóstico te cuento: Arsat sin duda demostró que los argentinos, sus científicos y sus empresas como Invap y Arsat lograron poner al país en el lote de los 10 países del mundo que están en condiciones de fabricar satélites. Eso es real y concreto: tenemos dos satélites en el espacio en perfecto estado y protegieron la soberanía orbital, que es un tema central.
- ¿Qué más tiene Arsat?
Bueno, en “fierros”, por decirle así, toda la infraestructura de la televisión digital y una red de fibra óptica y un data center de muy buena calidad.
- Y por contrapartida…
Como contrapartida tenemos que en esta empresa se invirtieron US$ 3.500 millones. US$ 700 millones en lo satelital, US$ 1.200 en la red de fibra óptica, US$ 1.000 en televisión digital y más de US$ 600 millones en el data center. Si todo esto se podría haber hecho con menos plata, es algo que estamos estudiando.
- ¿Y qué vas viendo?
Me podría anticipar diciendo que parece que sí, que hubo gastos no controlados. Un dato: el metro de fibra óptica se pagó US$ 45 y en el mercado oscila en los US$ 25.
- ¿Te dejaron la casa “bien de papeles”?
Si te referís al respaldo documental y la probidad con la que se tiene que manejar semejante cantidad de fondos, te digo que no. En administración hay registros que -en los montos de contratos que te menciono- tienen como único respaldo una planilla de Excel.
- ¿Qué energía le vas a poner a mirar lo de atrás y qué a construir hacia adelante sobre lo hecho?
Te respondo con lo que ya estamos haciendo: hemos reforzado el foco en terminar la red federal de fibra óptica troncal, que es -de todas las unidades de Arsat- la que más inmediatamente puede generar un provecho productivo en lo económico y social. Que distintos lugares del país logren un acceso a internet de mejor calidad y precio, eso le cambia la vida a la gente.
- ¿En el despliegue de esta red, te pisás con los privados?
Buenísimo el punto: Arsat es un facilitador de muchas pymes que se integran y facilitan el objetivo público de llevar mejor internet a la gente, sumándose a la última milla.
- ¿Qué porcentaje de la red de fibra tiene Arsat en relación a otros carriers?
La red nuestra tiene 32.000 kilómetros ya extendidos y con la fibra ya enterrada a 1,20 m., una red de mejor calidad de las que tienen las telco que cuando lo hicieron no había estos estándares: nuestro tendido tiene 48 pelos de fibra y muchos de los viejos tendidos eran de 16, entre otras cosas. Ojo: de estos 32.000 no está toda encendida y en eso nos enfocamos: en poner la tecnología cada unos 100 kilómetros que lo que hace es “iluminarla” para que transporte datos. Es una obra que servirá para los próximos 40 años.
- ¿Cuánto está prendido de ese total?
Cuando llegamos estaban los 32.000 kilómetros tendidos y sólo 6.500 iluminados. Por eso paramos las obras de despliegue de la TDA para enfocarnos en avanzar en esto. Desde el 22 de diciembre al 15 de marzo iluminamos 8.000 kilómetros de fibra.
- ¿Esa reasignación de prioridades suspendió el desarrollo de Arsat III?
La palabra es esa, suspendimos. Reenfocamos esfuerzos.
- ¿Cuál es el presupuesto anual de Arsat?
Nosotros tenemos un flujo de caja, lo que vendemos, de $ 1.400 millones y gastos por $ 1.300.
- ¿Arsat II tiene capacidad ociosa comercial?
Sí. La anterior gestión -me parece- buscaba más suplantar al privado que colaborar en objetivos más integrales y había cierto prejuicio comercial. Es decir, Arsat II está muy, muy poco comercializado. Se lanzó un satélite perfecto pero cuya inversión tiene un lucro cesante si no se la vende, porque un satélite tiene 15 años de vida últil. El año que perdiste, no lo recuperás más y el lucro cesante en un año puede rondar los US$ 50 millones.
- ¿Eso se vende sólo en Argentina?
No, eso es lo bueno… puede proveer servicios desde Alaska a Tierra del Fuego, pero no es automático en lo administrativo. Para vender servicios satélitales en países que no son los tuyos necesitas permisos especiales y -lo que se hace en la industria antes de lanzar un satélite- es una preventa de esos espacios de un 40%. Acá no se hizo esto. Por eso estamos avanzando trámites en todos los países, algo que ya debería haber estado hecho…
- En resumen, ¿para qué está esta nueva Arsat?
Para llevar infraestructura donde el privado no va a llegar, porque no hay mercado y esto profundiza la diferencia entre el interior y las grandes ciudades. También está para llegar donde está el privado pero con una situación monopólica y -entonces- cuando llega Arsat genera una baja de precios. En resumen para disminuir la brecha digital y que se modernicen las estructuras del estado.
- ¿Te has trazado un plan integral o vas año a año?
Estamos rearmando el plan de negocios. En fibra óptica dividimos la etapa de encendido en 5 etapas y vamos a tratar de terminar este año con las 3 primeras. En TDA, donde se proyectaban 35 torres más, bueno, este año vamos por 8 y pasaremos de 82 a 90. Y en el data center hemos firmado un convenio para que Arsat brinde la base de infraestructura para el plan del Ministerio de Modernización.
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