La profundización de la crisis económica y el salto de la inflación junto a un mercado laboral frágil resultan determinantes para que los trabajadores ocupados intenten aumentar sus ingresos.
Para un análisis más detallado, el IIE tomó la distinción de la población ocupada en cuatro clases sociales según el nivel de ingresos: clase baja (no alcanza la canasta básica total CBT), media-baja (alcanza hasta 1,5 veces la CBT), media (hasta 4 veces la CBT) y alta (más de 4 veces la CBT).
Para este trabajo se consideró como una sola categoría a los cuentapropistas y empleados que reportan una sola ocupación remunerada, que suman 3,1 millones en la Argentina. De ese global, son 410.000 los que buscan activamente otro empleo y son los denominados “ocupados demandantes”.
De esos 410.000 el 20,2% es de clase baja; 21,8% de media-baja; 53,3% pertenece al estrato medio y 4,6% al nivel más alto de ingresos.
Los datos revelan que los estratos sociales bajos y medios son los más afectados por la caída en el poder de compra, producto de los altos niveles de inflación. Esos mismos segmentos son los más afectados por la informalidad laboral, que ronda el 37% en el país. Alguien que esté fuera de la formalidad registra, en general, más pérdida del poder adquisitivo.
Un dato a considerar es cuánto representan los ocupados demandantes de cada uno de los segmentos sociales sobre el total de empleados de cada estrato.
El 13,1% de los ocupados plenos busca otro empleo. Este dato muestra que el valor más alto está entre los más vulnerables, donde un cuarto de la clase baja y un tercio de la media-baja busca otra ocupación. Para la clase media y alta, los valores son 10,7% y 4%, respectivamente.
Universo ampliado
Un análisis adicional del IIE abarca a todo el universo de ocupados, independientemente de la cantidad de horas que trabajen. Cabe recordar que la EPH considera “ocupado” a quien trabaja una hora o más en la semana de referencia de la encuesta.
Con la lupa sobre esa realidad ampliada los cambios más significativos son: 49,8% de los ocupados que buscan otro empleo son de clase baja y 37,1% de media.
La participación del segmento más vulnerable entre los ocupados demandantes crece a más del doble respecto del análisis anterior y, según el IIE, podría explicarse por los mayores niveles de subocupación y de informalidad.
Insatisfacción por estrato
Sobre los ocupados totales -sin considerar cantidad de horas trabajadas a la semana- uno de cada cinco (19,7%) busca otro empleo. Es “ocupado demandante”.
A medida que asciende la clase social, la proporción que busca un empleo adicional resulta menor.
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