El 20% de un salario depende de una buena negociación (tips para un 2015 complicado)

A la hora de una entrevista laboral o la renegociación salarial, la información que posee la empresa del empleado y viceversa no es pareja; sin embargo, hay herramientas que le permiten a los trabajadores lograr un “plus”. De esas claves habló con InfoNegocios Bernando Hidalgo, especialista en Recursos Humanos y autor del libro “Mi Salario, cómo negociarlo con éxito”. Detalles, en la nota completa.

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El salario es una cifra, un número, una cantidad de dinero y ciertas condiciones de trabajo. Pero no sólo eso. Expresa además, para nosotros y nuestro entorno, la valía atribuida al aporte que, desde nuestro puesto, hacemos día a día. Esto explica por qué la remuneración puede convertirse con tanta facilidad en un tema tabú o difícil de abordar.

Así arranca “Mi Salario, cómo negociarlo con éxito”, el libro que el consultor en Recursos Humanos Bernardo Hidalgo presentó semanas atrás y que es muy útil a quienes buscan un ascenso, cambiar de trabajo o están sin empleo. De cara a las paritarias que se avecinan a partir de marzo, la charla con Hidalgo fue más que pertinente. Esto dijo.

IN. - A la hora de negociar el salario ¿Qué hay que tener en cuenta?
BH.- La información que la empresa posee del empleado –actual o futuro- es mucho mayor en escala que la que tiene el trabajador de la compañía. Es decir, siempre la balanza estará inclinada para el lado de la empresa, por eso lo que aconsejo es abrir la cabeza y no pensar sólo en el salario fijo, que siempre será el elemento más importante, sino ver otros beneficios: vacaciones, el ambiente de trabajo, la distancia al lugar de trabajo y, obviamente, la relación con el jefe;  que es el principal indicador a la hora de abandonar un empleo.

IN. - ¿Qué tips aconsejarías a la hora de una negociación salarial?
BH. - Primero: saber a dónde se quiere ir. Si uno no sabe qué busca cualquier camino lo lleva y eso no es positivo a la hora de la toma de decisiones.
Segundo: reunir la mayor cantidad de información. Hoy la tecnología permite conocer muchos detalles de la empresa a donde uno quiere trabajar.
Tercero: negociar con la mente fría. Saber lo que uno quiere pero también siendo flexible. Desde hace un par de años el mercado laboral está en dificultades y esto seguirá hasta 2016, no se puede desconocer ese contexto. La negociación laboral es como afinar una guitarra: hay que saber hasta dónde ajustar las cuerdas antes que se corten.

IN. - ¿Diría que un 20% del valor de un salario depende de una buena negociación?
BH. - Sí, es un número que puede darse. En empresas grandes diría que es un 10%.

IN. - ¿La pregunta más difícil de contestar para alguien que busca trabajo es la de “remuneración pretendida”?
BH. - Así es. Siempre digo que una buena respuesta es: “No puedo darte información del salario pretendido pero está dentro de los valores de mercado”. Si insiste, hay que contar lo que se estaba ganando. Pero lo importante es saber que sea cual sea la posición en la que se encuentre, nunca hay que perder la capacidad de decisión.

IN. - ¿Estos tips permiten alcanzar un acuerdo más equilibrado para las partes?
BH. - Esto ayuda pero el abordaje depende de cada entrevista. Es necesario ir más allá de la simple negociación del salario fijo y preguntar por proyectos de la compañía, si está creciendo, etcétera.

IN. - Pero sucede que a veces en la entrevista se habla de planes que nunca se cumplen.
BH. - Sí, es algo que sucede. La mayoría de las veces porque el entrevistador desconoce las acciones futuras de la compañía. Cuando esto sucede pierden ambas partes: el trabajador y la empresa. 

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Cayó más del 10% el ingreso del 70% de las familias (“Kichi” rompe récord de Machinea)

Son datos correspondientes al segundo trimestre del año. Para el 10% de los hogares más pobres la cosa fue peor: el ingreso per cápita familiar se redujo 16,2%, más del doble si se lo compara con el decil más alto. Así lo demuestra un informe de Ecolatina en base a información del Indec. De esta manera, el ajuste por la suba de precios y la falta de actualización en los salarios no sólo fue significativo sino también altamente regresivo.

Aguinaldo sin Ganancias tampoco es la salvación (informe del Iaraf)

Un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) muestra que un trabajador casado con dos hijos cuyo cónyuge no percibe ingresos que recibió un sueldo bruto de $ 16.000 en 2013, tributaba entonces 2,22% de Ganancias. Ese mismo empleado, con un incremento salarial de 32%, pasó a percibir un sueldo mensual bruto de $ 21.120 pero este año paga de Ganancias 6,78% de sueldo, un 205% más. Si se exceptuara del medio aguinaldo de diciembre el gravamen, el impacto bajaría apenas un punto porcentual al 5,74% del salario, un 159% más que en 2013. Detalles, en nota completa.

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