“Las escuelas siguen aplicando los mismos modelos desde la época de la revolución industrial”: esta es una frase que tarde o temprano, en cualquier discusión sobre educación, siempre aparece. Pero que sea una muletilla no la hace menos cierta; quizás por eso el gigante de Silicon Valley lanzó su programa Google Reference School (o Colegios Referentes de Google, en español).
Fernanda Montes de Oca, gerente de Ecosistemas Educativos de Google para Hispanoamérica, define a esta iniciativa como “un proyecto internacional, en el que centros y profesores de todo el mundo colaboran para la transformación digital de sus colegios con el objetivo de preparar a los jóvenes para el mundo de hoy y del mañana”.
La propuesta se encuentra en plena etapa de expansión: ya cuenta con 200 instituciones a nivel global, de las cuales 15 están en Hispanoamérica. En Argentina desembarcó el año pasado y, actualmente, solo hay 2 colegios certificados: el Sara Eccleston y el St George ’s College (ambos de Buenos Aires).
El caso de St George’s College: ¿para qué sirve ser Google Reference School?
Noelia Zago, líder académica de St George’s College, fue quien dio el puntapié inicial para que su institución se convirtiera en el primer colegio del país en certificarse bajo esta normativa.
“Entré en contacto con el modelo de Google Reference School hace unos años, cuando estaba trabajando en una escuela en Londres” cuenta, y agrega: “Cuando volví del extranjero, noté una diferencia muy grande en el uso de las herramientas tecnológicas, tanto por parte de docentes como de los alumnos”.
Para ser reconocido como Google Reference School, los profesores de las academias deben aprobar un examen en el que demuestran que saben manejar distintas herramientas del paquete G-Suite, de Google. Según Zago, atravesar este proceso hizo que la relación de toda la comunidad educativa con la tecnología mejorara.
“Nuestro nivel del promedio subió un montón. La disparidad sigue existiendo entre docentes: hay algunos muy habilidosos y otros a los que les cuesta más; pero al menos existe un lenguaje común que todos manejamos, y esto tiene un efecto derrame en los estudiantes” afirma la líder académica.
Fabricio Cardozo Massa, docente del St George ’s College y “Certified Trainer” por Google, ilustra esta mejora así:
“En la implementación tecnológica en educación, existe un modelo llamado SAMR que consta de 4 categorías. Nosotros estábamos en el primer escalón, que consiste en sustituir las herramientas clásicas de enseñanza sin cambiar formatos ni el contenido: cambias de medio pero todo sigue igual. Ahora dimos un salto al tercer nivel, que es el de modificación, en el que la tecnología ya nos permite rediseñar las tareas educativas”.
Por su parte, desde Google resaltan que este programa brinda a sus afiliados importantes beneficios, como la posibilidad de acceder a sus últimos productos (incluso antes de que sean lanzados al mercado). Además, aseguran que el mismo crea “comunidades de educadores” que “aprenden, comparten y se inspiran mutuamente para cumplir con las necesidades de sus estudiantes a través de soluciones tecnológicas”.
Pero Zago y Cardozo Massa coinciden en que lo más importante es que ha sido una herramienta útil para un objetivo más grande: cambiar el paradigma educativo del colegio y poner en el centro de la escena a los alumnos.
La pandemia: un antes y un después
Según los representantes de St George’s College, el aislamiento social y la veda de las clases presenciales aceleraron un proceso que ya estaban transitando. Herramientas que como Google Classroom, YouTube y Meet terminaron de volverse moneda corriente tanto para docentes como alumnos.
Al mismo tiempo, Cardozo Massa está convencido de que luego de esta experiencia “no hay marcha atrás” y que el modelo de "blended learning" es el futuro más probable.
“Surgió un cambio en la forma de aprender: los chicos ya vieron otra versión de la educación. No podemos volver a las clases tradicionales como si no hubiera pasado nada; se generó muchísima autonomía para los alumnos y hay que construir sobre eso”, sintetiza.
¿El modelo del futuro?
Zago confía en que cada vez más escuelas apostarán por obtener el título de Google Reference School. Esto se debe, según ella, a que el G-Suite ofrece dos importantes ventajas para los colegios:
- Es gratuito para organizaciones educativas, e
- incluye herramientas que permiten un modelo más moderno de impartir clases.
Sin embargo, también es consciente de que aún existen barreras económicas para su acceso, sobre todo para los institutos argentinos: “El framework en sí no es caro, pero los exámenes cuestan cerca de US$ 10 por docente y deben pagarse en moneda extranjera. Además, Google exige un porcentaje elevado de docentes usando sus equipos, las Chromebooks”.
Según explica Montes de Oca, los interesados en obtener la certificación de Google deben cumplir con cuatro requisitos básicos:
- Postularse de la mano de un “Google Partner”, que trabaja junto a los equipos directivos para apoyar este camino de transformación digital.
- Tener acceso a equipamiento; adoptar un mínimo de dispositivos Chromebooks para incorporarlos dentro del aula.
- Incorporar y adoptar las herramientas colaborativas de G-Suite for Education (Classroom, Meet, Sites, Jamboard, etc).
- Capacitación docente: se requiere un porcentaje determinado de docentes de los colegios capacitados en la utilización de estas herramientas. Existen dos niveles de certificaciones, y otras categorías como Trainer e Innovator.
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