Todo comenzó con una prostatectomía radical por cáncer de próstata (la primera cirugía robótica en Córdoba) realizada por el equipo de Urología Robótica encabezado por el Dr. Diego Belisle. Desde entonces, el cronograma no se detiene: ya hay más de 15 intervenciones programadas, entre ellas de ginecología, cirugía bariátrica, esofagogástrica, coloproctología y tórax.
“La cirugía robótica eleva los estándares de seguridad, precisión y recuperación. Permite maniobras imposibles para la mano humana, con visión tridimensional y una estabilidad absoluta”, explicó Belisle.
Tecnología que potencia al cirujano
El robot no reemplaza al médico: lo potencia. Los brazos robóticos replican sus movimientos desde una consola ergonómica, eliminando temblores y aumentando la precisión.
El resultado: menos sangrado, menos dolor postoperatorio, mayor preservación de nervios y esfínteres, y una recuperación más rápida.
Cada caso se evalúa de manera individual por un equipo multidisciplinario. Si la patología lo permite y está dentro del Programa de Cirugía Robótica del Allende, el paciente puede ser candidato a esta modalidad.
Córdoba, polo de innovación médica
Con este paso, el Sanatorio Allende pone a Córdoba en el mapa de la cirugía robótica latinoamericana, consolidando su liderazgo en innovación médica y seguridad del paciente.
Desde la dirección médica destacan que no se trata solo de un logro institucional: “Es un salto cualitativo para la medicina del interior del país”.
La institución ya trabaja en la incorporación progresiva de nuevas especialidades quirúrgicas bajo los más altos estándares de entrenamiento. Y si bien aún no se precisó el costo de una operación robótica, está claro que se trata de un avance enorme en calidad, precisión y acceso a tecnología de última generación.
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