Hoy, desde Club Lovvi, queremos desafiar la creencia de que una empresa exitosa y una familia feliz son resultados opuestos o excluyentes uno del otro. Tati Bregi, cofundadora de Lovvi, junto con Nachi Masjoan, senior coach y socia de Vida en Zapatillas, dialogaron sobre las estrategias más importante que nacen, crecen y se desarrollan en casa.
Tati Bregi: ¿Es posible o es de ilusos la idea de compatibilizar el liderar una empresa exitosa y, a la par una familia de vínculos sanos y en armonía?
Nachi Masjoan: Claro, es posible. No sólo eso, sino también necesario. Lo que pasa es que la mayoría de los empresarios no se dan cuenta de que sus habilidades para los negocios también son muy útiles para poner en práctica en la familia. Porque de todas maneras, estamos hablando de organizaciones.
TB : ¿Qué opinás acerca de relacionarnos con el otro a través de “órdenes”?
NM: A nadie le gustan. Y es esperable que a tus hijos y a tu pareja les pase lo mismo. Es momento de dejar de lado la idea de que debemos mandar constantemente a los más jóvenes. La empatía, el acuerdo y el juego pueden ser herramientas poderosas para generar un ambiente de cooperación y entendimiento en el hogar. Pero eso no sucede si no frenas a sincerarte y hacerte responsable del tema. Por ejemplo, aprendiendo a hacer pedidos, o mejorando los acuerdos.
TB: ¿Qué más dirías que hay que tener en cuenta para aplicar estas herramientas?
NM: Otro aspecto crucial que a menudo descuidamos es la gestión de nuestras emociones. Aprender a reconocer nuestro estrés y manejarlo de manera constructiva puede transformar la forma en que nos relacionamos con nuestra familia. Tomarse un momento para respirar, sacudirse el polvo del día y conectarse con uno mismo antes de llegar a casa, puede marcar la diferencia entre una interacción cargada de tensión y una llena de calma y gratitud.
Vida pofesional y personal: resiliencia, toma de decisiones, liderazgo empático y más
Cuando el líder de la organización entiende el impacto -económico y emocional- de tomar grandes decisiones, desde una actitud de cansancio, angustia, estrés o cualquier otra sensación derivada de su manera de vivir y relacionarse en su vida personal, comienza a darle verdadera atención al tema de resignificar y redefinirse como un ser holístico.
El mejor negocio es planificar a nivel familiar. En definitiva, copiar y pegar el hacer empresarial, pero en aquel espacio más sagrado que define el resultado y las emociones de todo lo otro: la familia. Y por supuesto, la relación con uno mismo. Además, si en algún momento sentís que no tienes tiempo para vos y para tu familia, es momento de indagar acerca de nuestra relación con el tiempo, el cómo y para qué lo utilizo. Porque en este nuevo mundo se necesitan adultos “presentes, y no perfectos” y que generen tiempo de calidad con sus allegados. No importa que sea poco tiempo, sino que de calidad. Un secreto, para ayudar en esa autoindagación: generar momentos de presencia.
Uno de los mejores favores que le puede hacer un padre o una madre a su hijo es estar consciente de su estado e intentar mejorarlo día a día. Si la mamá o el papá están estresados, los hijos sienten ese estrés, lo incorporan y reproducen. Por lo tanto, es crucial que aprendamos a gestionar nuestras emociones y a crear un entorno familiar donde prime la calma y el confort. Y eso se logra, partiendo de uno mismo, y de allí con otros.
Equilibrar con estrategia y amor tu relación con vos mismo y desde allí con otros, garantiza el éxito en todos los demás aspectos. Eso sí, asumiendo por éxito todo aquel resultado que tenga origen y consecuencia en la tan anhelada sensación de paz.
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