Todo se remonta a 1990 cuando Alain Coumont, un chef joven oriundo de Bruselas, insatisfecho por el pan que conseguía en su localidad, decidió replicar la receta de sus antepasados y abrir una panadería para poder amasar todos los días y lograr obtener el mismo producto que lo remontaba a su infancia. Así nació “Le Pain Quotidien” (el pan de cada día, en francés).
“El concepto de Le Pain Quotidien se basa en ofrecer una experiencia gastronómica auténtica, donde la simpleza y la calidad de los ingredientes son protagonistas. Nuestra propuesta nace de la panadería artesanal, con panes elaborados con masa madre y recetas tradicionales y se expande a una cocina natural, equilibrada y sustentable. Nuestros productos son preparados con ingredientes de calidad, priorizando lo orgánico, lo natural y lo hecho en casa. Desde nuestros icónicos croissants y tartines hasta nuestras opciones saludables y de estación, cada plato refleja nuestro compromiso con la frescura y el sabor genuino”, cuenta Federico Lantaron, CEO de Le Pain Quotidien.
Le Pain Quotidien comenzó a expandirse a nivel global y llegó a más de 21 países, manteniendo la esencia de panadería artesanal y cocina natural, ofreciendo productos frescos, orgánicos y con un enfoque en la calidad y la experiencia del cliente.
En Argentina sus primeros locales tuvieron lugar en Buenos Aires y en este momento, la marca se encuentra en un momento de “expansión y consolidación”. ”A lo largo de los años crecimos significativamente y hoy contamos con 42 puntos de venta, entre locales propios y subfranquicias, lo que refleja el éxito de nuestra propuesta. Recientemente comenzamos a expandirnos hacia el interior del país, con aperturas en ciudades como Mendoza, Tucumán y Córdoba”, indica Federico.
Dónde abrió en Córdoba
En Córdoba desembarcaron hace algunos meses en Corteza Mall, un nuevo paseo gastronómico y comercial ubicado en Av. Los Alamos 1015. “Este año nos estamos enfocando en fortalecer nuestra presencia en nuevas localidades, manteniendo nuestro compromiso con la sostenibilidad, la calidad de nuestros productos y un servicio cercano y cálido”, agrega el CEO.
Hace un año Le Pain Quotidien abrió sus puertas de su primer local en Uruguay, con proyecciones de dos más en los próximos meses. Desde la marca apuestan por la innovación gastronómica, incorporando opciones que reflejen las tendencias globales de alimentación consciente y productos de origen sostenible.
Otro de los objetivos, según aclara el CEO, es fortalecer la experiencia del cliente, no solo en locales, sino también a través de iniciativas digitales que permitan fidelizar a los consumidores.
Además de ofrecer un amplio menú en sus locales de cafetería, panadería y pastelería con opciones para desayuno, almuerzo y merienda, sino también, opciones de catering personalizados para eventos.
Franquicias de Le Pain Quotidien
Le Pain Quotidien cuenta con diferentes formatos de negocio lo que permite adaptarse a diversas ubicaciones y espacios. Desde kioscos o góndolas, locales estándar de aproximadamente 150 metros cuadrados y opciones más grandes. “En todos los casos nos enfocamos en que la ubicación sea clave, buscamos zonas con alta densidad y tráfico, que estén alineadas con nuestro target de clientes. Uno de nuestros objetivos principales es optimizar el costo laboral, por lo que trabajamos para que la operación del local sea eficiente y no requiera una gran cantidad de personal. A través de un diseño operativo eficaz, nuestros locales pueden funcionar con un equipo ajustado sin sacrificar la calidad del servicio”, comenta Federico.
La inversión inicial para abrir una franquicia de Le Pain Quotidien varía en función del formato de local elegido. Como referencia, para un formato más pequeño como una góndola, la inversión comienza a partir de los 65.000 dólares, incluyendo el canon de ingreso, obra civil y stock inicial. Para locales más grandes, como los estándar de 150 metros cuadrados, la inversión es mayor debido a la escala y las necesidades del espacio.
“En Le Pain Quotidien, más que un café o un restaurante, buscamos ser un refugio donde las personas puedan hacer una pausa y disfrutar del placer de lo simple, con el aroma del pan recién horneado como protagonista”, finaliza Federico.
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