Después de 60 años dedicándose a la educación privada, la Institución Cervantes sigue aggionarnándose a los tiempos que corren: decidió apostar y seguir capacitando a los profesionales (o no) que formen parte del circuito de empresas y organizaciones privadas y públicas, Gobierno, entre otras.
La propuesta de este Centro de Capacitación y Actualización apunta a formaciones muy demandadas, entre los profesionales con "esas cosas que uno hace después de que se recibió"; y los no profesionales, ayudándolos a capacitarse y a potenciar sus empresas o micremprendimientos.
Los directores del Centro, Gustavo Mallea y Fernando Loza, sostienen que el proyecto está pensado en 3 dimensiones:
- académica: son propuestas para profesionales en distintas áreas y disciplinas;
- organizaciones amigas: la posibilidad de poder llegar a las empresas para ofrecerles soluciones a sus debilidades y sus demandas;
- vinculada con la comunidad: cursos cortos, de oficio, capacitaciones para no profesionales.
En cuanto a las modalidades, las propuestas están pensadas para ser trabajadas "in company" (dentro de las mismas empresas); y otras dentro de la Institución Cervantes: todo depende de la demanda.
Tomando esta frase, Mallea y Loza hacen referencia a los costos. A pesar del momento complicado que atraviesa la economía y la sociedad en la actualidad, los costos son acordes: "Están diseñados a medida, estratégicamente pensados para cada público en particular, dependiendo de la carga horaria y las necesidades de cada uno", sostienen.
De la presentación también participaron Magalí Guzmán, miembro del Consejo de Fundación Universitaria Cervantes, Nydia Elina Vitale, directora general de Institución Cervantes presidenta de la Fundación Cervantes, autoridades del gobierno, empresas privadas y públicas y personal de la Institución.
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