Pobró cocina molecular y nos dice...
Ezequiel Urquidi: “Probé cocina molecular en Buenos Aires, en un restaurant que se llama El Baqueano, en San Telmo y tuve la oportunidad de hacerle una entrevista al chef, Fernando Rivarola, que también es socio del lugar y me comentó que incluso en Buenos Aires, la cocina molecular es algo con muy poca aceptación, principalmente porque las porciones son sí o sí pequeñas y los precios necesariamente altos. Sin embargo quedé totalmente asombrado por el gusto de la `espuma de limón´ que -según me explicó Fernando- es básicamente jugo de limón tratado con nitrógeno”.
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