Un ejemplo para seguir en casa (de mesadas y responsabilidades)
Gloria Echave: ¡Hola Iñigo! Queria compartir mi experiencia con respecto a la `mesada´. Mi padre no sólo nos daba una cifra fija sino que además nos hacía firmar un `contrato´ en el que constaban nuestras obligaciones (secar los platos, hacer nuestra cama, lavar el auto, etc...). A fin de mes, nos sentábamos a evaluar si habíamos cumplido con nuestros deberes y con qué calidad y buena voluntad lo habíamos hecho. De ello dependían descuentos o premios. Me enseñó el valor del esfuerzo, la importancia de saber administar mis recursos para que me duraran todo el mes y la necesidad del ahorro si quería llegar a un objetivo dado. ¡Ah! No era premio por buen rendimiento escolar porque para mi padre `lo que acumules en tu cabeza es un capital que nadie podrá quitarte y que nunca perderás´. El incrementar ese capital era mi responsabilidad y mi premio. Mi viejo ya no está, pero sus enseñanzas quedaron grabadas a fuego. ¡Gracias, viejo!". (NdelE: Hermoso, Gloria, gracias por compartirlo).
Y en tu casa, ¿hubo o hay “mesada”? Debate aquí.
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