Es la especia más cara del mundo y se produce en Río Primero (la llaman el oro rojo)

(Por Marisa Macagno) Más de 340 inversores forman parte de la sucursal ubicada sobre la Ruta Provincial Nº 10. Te contamos cómo sumarte con una mínima inversión para producir el "oro rojo".

 

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Durante la última semana de abril se realizó la jornada de siembra de los cormos de azafrán en el campo productivo ubicado en Río Primero.

Allí, más de 340 inversores participaron de la jornada a campo, viendo el proceso de siembra de cada uno de los cajones en altura donde es posible el control de nutrientes y humedad que la planta necesita, como así también el control de malezas.

Darío Juárez es el propietario del campo donde hace apenas cinco años se inició la hazaña: sembrar azafrán, cultivo cuyo mayor productor a nivel mundial es Irán, seguido por España, Marruecos, India y Grecia.

Con apenas unos cinco cajones (en realidad, piletones de cemento en altura) se dio inicio al proyecto junto a no más de 10 inversores (casi todos familiares), mientras que hoy forman parte más de 350 inversores de toda la región. Aquí se producen los cormos (bulbos) que se resiembran cada año.

Actualmente, el campo productivo de Juárez cuenta con casi 40 cajones donde cada inversor tiene perfectamente identificada su parcela y sus bulbos. En noviembre, al cerrar el ciclo productivo, cada uno decidirá si retira o reinvierte.

"Tenemos proyección a seguir haciendo más cajones, comenzamos con dos o tres y hoy tenemos 29. En el corto plazo trataremos de llegar a los 50, lo importante es que año a año seguimos creciendo", comentó Darío, criminalista de profesión que dejó por la producción de azafrán: "Creo que tenemos mucho todavía por hacer y crecer".

Entre una temporada de siembra y la otra, los bulbos (cormos), limpios y secos, descansan en una cámara a 20 grados de temperatura para ser reimplantados en marzo, almacenados en bandejas con el nombre de los dueños. La bóveda es lo más parecido al sector de cajas de seguridad de un banco, sólo que con recipientes de color verde rebozantes de bulbos de azafrán.

El cultivo se da mejor en suelos arenosos pero siempre requiere de un preciso y esforzado trabajo humano ya que todo el proceso se realiza a mano. Los bulbos se plantan uno por uno y las flores, ocho meses después, también se cosechan de a una. Duran abiertas un día y hay que retirarlas al amanecer antes de que abran, para que no se malogren con el calor. Luego comienza la ardua faena de sentarse frente a parvas de flores violetas a “desbriznar”, separar los pétalos de la “Rosa del azafrán” para extraer de un pellizco los tres estigmas rojos, finos como un hilo, que se ponen a secar y a tostar, proceso en el que las hebras pierden más del 50% por ciento de su volumen.

Más de 150 mil flores hacen falta para generar un kilo de azafrán. Y eso ocurre cuando la planta tiene varios ciclos, por lo que hay que poner a “dormir” los bulbos entre una siembra y la otra. Semejante labor artesanal, de horas de trabajo, la convierte en la especia más cara de la gastronomía de la historia de la humanidad: a granel, puede superar los 10 mil dólares el kilo. Industrializada, agregando valor, el doble.

Es en Río Primero donde se realiza la producción de cormos. Los interesados en sumarse u obtener más información pueden comunicarse con Darío Juárez al 351 3649024.

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