Si bien hace años que funcionan e intentan engañar a los clientes, desde el lado del sistema financiero y los bancos se quiere establecer una serie de cosas a tener en cuenta para no caer en el famoso “cuento del tío”.
¿Cómo se contactan? Generalmente, los estafadores contactan a las personas a través de llamados telefónicos, mails, mensajes de texto y redes sociales.
¿Con qué temas “enganchan” más? La mayoría de las veces, los damnificados se sienten atraídos por temas como la obtención de un premio (autos 0km, dinero en efectivo, electrodomésticos, etc.); reparación histórica por parte del ANSES; cambio de dólares viejos por nuevos; o créditos personales.
El problema viene después: para acceder a los beneficios, las personas deben efectuar un pago previo o transferencia bancaria en cajeros. Así, los estafadores consiguen claves de homebanking o apps para tomar los fondos de las “víctimas”.
Algunos también utilizan los correos electrónicos para cometer ilícitos. Se trata del phishing, un método que usan los delincuentes cibernéticos para obtener información confidencial como contraseñas y datos bancarios.
Algunas recomendaciones que brindan los bancos y servicios financieros para evitar estafas financieras:
- no dar datos personales, ni de la familia
- nunca brindar datos bancarios
- no acceder a ser guiado por teléfono para el uso de cajeros automáticos,
- no ir a cajeros automáticos o cajas de seguridad, luego de recibir este tipo de llamadas
- no hacer transferencias luego de recibir estas comunicaciones
- no brindar claves bancarias
- ningún banco, empresa y organismo oficial puede retirar dinero de su casa o le entregará premios mediante esta modalidad
- cortar la comunicación y llamar al 911.
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